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De un marcado carácter transgresor, esta gama de vinos fue concebida con la idea de convertirse en la opción ideal para degustar fríos en las soleadas terrazas de la costa andaluza.

Para transmitir esta idea de una manera directa e impactante, surgió la idea de trabajar con tintas termocrómicas, tintas que reaccionan a la temperatura de diversas formas: volviéndose visibles, invisibles o cambiando de tonalidad.

Así, cuando el vino alcanza esta temperatura, la etiqueta se “completa”, aparecen los colores que hasta ese momento no se veían, haciendo referencia a los aromas y sabores que surgen en estos vinos cuando se encuentran a baja temperatura.