Lidia Astudillo Corona's profile

Los agónicos tañidos de la campana The dying tolls of t

Los agónicos tañidos de la Campana.
The dying tolls of the Bell.
"And it is that indeed 52% of the Park suffers the effects of drought. According to studies carried out by the Catholic University of Valparaíso where through a satellite observation platform (with freely accessible images from NASA) they have established that the Park is in the red or alert zone "shows a condition of green foliage less than observed in the last 20 years"
 
Para quienes tienen como prioridad la naturaleza, es difícil explicar la emoción que significa llegar a un Parque Nacional, detenerse allí frente al portal que dice “Bienvenidos” para prontamente iniciar esa experiencia llena de entrega y sumisión, que pareciera nunca cansar, nunca agotar, nunca saber por completo y siempre aprender y admirar.
Siendo muy conscientes de la sexta extinción masiva que hemos provocado en la tierra, nos agobia asumir la realidad de tanta pérdida y buscamos de manera desesperada sumar esfuerzos para mitigar un poco, el severo daño que hemos cometido. Ante este escenario, un parque nacional aparece como el lugar perfecto para ir a purgar nuestras culpas.
La mañana del 15 de diciembre fue reveladora; siendo las 9 en punto (luego de haber tomado el camino hacia las Palmas de Ocoa) apareció en  frente, el letrero que dice: “Bienvenido al Parque Nacional La Campana” con ávida emoción, y una vez realizado el  ingreso (después de largos 5 años de ausencia), sería un reencuentro maravilloso con cada espacio y sendero pretéritamente recorridos.
Ahí estaba la Reserva de la Biósfera, rodeada de su exorbitante bosque esclerófilo. Entre el lapsus acostumbrado para tomar ubicación y preparar el recorrido, ocurrió algo que no estaba dentro de la planificación. Un presagio sombrío se hacía notar con un perturbador pronóstico y poco a poco mientras asomaban  las emblemáticas palmas del parque, el horror de ver rayados numerosos estípites y  a medida que los pasos iban siendo numerosos y los kilómetros impostergables; bosta de vacas y caballos eran parte del sendero, pronto alcanzando la altura apropiada para la panorámica, se pudo evidenciar lo que durante todo el viaje se especuló con un tozudo escepticismo: “ La campana se muere”  esa fue la sentencia!
Prácticamente no quedan plántulas de Palmas, la especie más vulnerable es el Peumo, sus hojas quebrajadas, completamente seco y la vida que solía aparecer en cada sendero, como  reptiles (la especie característica Liolaemus nigrovidiris campanae) anfibios, arañas, culebras etc. no dieron muestra de vida ese día; una solitaria Tenca, un Picaflor gigante y una que otra ave revoloteando sin mucha intención. Pareciera ser que todo el Parque solidarizó con esta agonía, manteniéndose en pie las estoicas Palmas amortiguando el fatigado escenario…
Y es que efectivamente el 52% del Parque sufre efectos de la sequía. Según estudios realizados por la Universidad Católica de Valparaíso donde a través de una plataforma de observación satelital (con imágenes de libre acceso de la NASA) han establecido que el Parque se encuentra en zona roja o de alerta “muestra una condición de follaje verde  menor a lo observado en los últimos 20 años; estas zonas rojas podrían ser propensas a quemarse (incendios) porque el follaje es más inflamable, esto es una especie de radiografía” explicó Roberto Chávez (doctor de Laboratorio de Geo)
Pese a esta preocupación, surge una duda mayúscula: ¿Por qué se ha permitido el ingreso a visitantes que con insistente alevosía destruyen  el Parque? Cuyo objetivo no es más que el ocio, para desatar innumerables fechorías. ¿Dónde queda la educación, la constante advertencia y enseñanza que el sitio el cual visita no es un parque de recreo, sino de protección de especies?
(Como observación sería muy útil la implementación de un Pase verde, cuyo autor es el investigador de abejas nativas en Chile, Pablo Vial Valdés)
En este presente año no hay que olvidar la pareja de Edgardo y Anita quienes rayaron rocas en la cumbre del parque y fueron reconocidos por subir las fotos a RRSS.
O el del arriero que ingresó con  perros, autores de la muerte de un zorro;  las basuras, el ingreso de vacas y caballos que arrancan las plántulas de Palmas y tal vez lo más incoherente y grave es la autorización del mismo Parque en permitir fumar a sus visitantes, muestra de ello es el cenicero que permanece al ingreso del Parque y la información entregada en la página oficial del P.N. La Campana Conaf donde dice:
“Si fumas, apaga bien tu cigarrillo y lleva la colilla contigo”
Cuando todos sabemos que un NINGÚN PARQUE NACIONAL ESTÁ PERMITIDO FUMAR.
Pues ¿qué pasó acá?  Por qué justamente en este parque, se permite fumar?
Debemos reconocer que gran parte de los descuidos de Parques Nacionales en Chile (y otras reservas, sitios prioritarios y santuarios) es por el abandono y despreocupación de quienes deben velar, en un compromiso acérrimo, por la conservación, protección y preservación.
Serán los últimos tañidos de la Campana?
Se nos muere la Reserva de la Biósfera?
Links

 
 
 
 
 
 
 
 




Los agónicos tañidos de la campana The dying tolls of t
Published:

Los agónicos tañidos de la campana The dying tolls of t

Published: