Después de 25 años de uso intensivo la marca de Verbo necesita un rediseño para adaptarse a estos tiempos: no solo para dar respuesta a las formas actuales de comunicación sino también para optimizar su visualización y reproducción.
El partido conceptual fue tomar a la palabra Verbo como protagonista: acción y nombre propio a la vez. Diseñamos una marca simple que funcione en entornos digitales: que reduzca, que perdure y que comunique claramente la identidad de Verbo. Síntesis y legibilidad.
Para la carta de presentación generamos una nueva versión del logo de Verbo: algo de escudo protector, algo de potencia pop. Funciona como marca en carátulas y portadas de comunicaciones institucionales.
Además, tomamos la primera letra de la marca y la hicimos interactuar con pequeños personajes que representan el equipo y las redes que arma Verbo en sus distintas tareas y desafíos.
