La premisa con la que partimos es la de crear un espacio en el que el mar lo envuelva
todo, pero huyendo de exceso de figuración, ¿de que manera? pues introduciendolo en nuestro local de diferentes formas.
- Fisicamente: La gran fachada de vidrio permite observar al gran gigante azul desde
todos los puntos del restaurante, incluso si le damos la espalda no dejamos de verlo
gracias a los espejos que se reparten por todo el local.

- Metaforicamente: Todo el restaurante estará compuesto por guiños al mar, tanto en
el mobiliario, como en los materiales, las formas... de una manera en muchos casos
tan sútil que no la veremos a simple vista pero si la percibiremos.

- El nombre: Bogar “avanzar con los remos”, palabra marinera quizá no conocida por
el gran público, que simboliza un poco la idea del negocio, avanzar.

Descripción del local, funcional y estética.
En este punto, describiremos y explicaremos en que consistirá nuestra intervención,
hablando desde los trabajos iniciales, como las demoliciones, hasta el aspecto final del
restaurante en lo que respecta al diseño y al tratamiento de la volumetría del local; sin
dejar de lado por supuesto aspectos como el funcionamiento y la zonificación del
mismo.

Fundamentalmente nuestro local se divide en seis zonas, en los extremos del restaurante
se sitúan las zonas de servicio: cocina y aseos; en el centro encontramos la zona de barra, que cuenta con una cocina de apoyo; a ambos lados de la barra, sirviendo esta
como eje vertebrador, situamos las dos zonas de público: comedor y zona de bar; y
por último, las dos terrazas.

Desde el Andén de Riazor y nada más llegar al restaurante nos encontramos con dos
grandes terrazas acristaladas, las cuales se pueden utilizar tanto en invierno como en
verano, gracias a que estas están cerradas perimetralmente con una hoja de vidrio
para protegernos del viento, y con un toldo retractil que nos protegería también en
caso de lluvia o frío.

Una de las terrazas, la de la izquierda corresponde a la zona de comedor. Esta se
encuentra elevada de la cota ±0,00m, 0,53m, de tal forma que quede al mismo nivel que la plataforma interior; a esta terraza solo se podría acceder desde el local.
La segunda terraza, la de la derecha tendrá acceso tanto desde el interior como desde
el exterior del local, y se encuentra a cota ±0,00m.

El hecho de que una tenga acceso desde fuera y la otra no, se justifica con que la
primera de ellas conecta con la zona de comedor, por lo que es una manera de diferenciarla del resto. Además si una persona está comiendo tranquilamente y está
viendo pasar continuamente a gente por su lado, el que se produzca esta situación no
debe de ser cómodo.

En cambio, la terraza de la derecha, se corresponde con una zona mucho más dinámica, por lo que este flujo de gente no solo no nos molesta, sinó que se busca.

Una vez accedemos al restaurante, nos encontramos un “hall” amplio y diáfano que
permite la cómoda circulación de la gente que se encuentra en el interior, con la gente
que entra o sale, bien sea personal o clientela.
Que esta zona fuese tan diáfana se decidió a partir del estudio de las circulaciones
realizado sobre un diagrama de funcionamiento del local.

Ya en el interior del local, la barra con sus formas que evocan esa estética nautica y el
gran mosaico de espejo que la preside, dan la bienvenida a los clientes, buscando
llevarse las primeras miradas.
Esta zona de barra sirve como eje vertebrador del restaurante, a la derecha la zona
más desenfadada, a la izquierda el comedor propiamente dicho.
La zona más “casual” cuenta con una barra hexenta con taburetes que enfatiza esa
idea de dinamismo y que nos ayuda además a disimular una de las zapatas que
encontramos en el local.

En cuanto a la zona de comedor, esta se divide en dos alturas, abajo una serie de
mesas con bancos enfrentados y, arriba (+0,53m) diferentes mesas que permiten
variar su confi guración para poder adaptarse a las necesidades de cada momento,
pudiendo dar servicio hasta a grupos de 12 comensales.

Este juego de alturas a su vez nos ayuda a generar cierta riqueza espacial y romper un
poco con el ritmo tremendamente marcado por los arcos, que podría llegar a dar al
local sensación de túnel.
Por otro lado la elevación del local en esta zona hace que tres de las zapatas queden
ocultas, haciendo un espacio mucho más limpio y creando la sensación de que los
arcos nacen del propio suelo. Esta es la razón por la que la una de las terrazas quedaría
elevada con respecto a la vía pública.