Diseño de packaging para Om Nom Nom

Om Nom Nom surgió en el año 2013 , como resultado de la experiencia personal de una pareja joven de la ciudad de La Plata, que decidió investigar y asesorarse para mejorar la alimentación de sus mascotas (perros y gatos). De a poquito empezaron a elaborar comidas caseras para ir incorporando una variedad más completa de nutrientes en la dieta de sus mascotas.

Poco después, con un panorama más amplio sobre la alimentación canina y felina, comenzaron a elaborar snacks con ingredientes orgánicos y naturales. Los alimentos orgánicos son elaborados y obtenidos mediante procedimientos que evitan el uso de productos sintéticos como conservantes, pesticidas, herbicidas y fertilizantes artificiales. De esa manera, además de mejorar la calidad de la alimentación, los productos orgánicos ayudan al cuidado del medio ambiente.

Fotografía Uro Rec www.phuro.tumblr.com

Los chicos comenzaron a convidarselos a amigos y conocidos para ver cómo reaccionaban sus mascotas, y los snacks fueron un éxito rotundo. Fue entonces cuando se les ocurrió comenzar a ampliar la producción y ofrecer sus productos al público en general. Elaboraron muffins, galletitas y tortas y lanzaron sus ventas a través de Facebook ( www.facebook.com/omnomnomgalletitas ), en ferias y exposiciones.

Fue en una de esas ferias que me los encontré, y como habíamos sido compañeros de trabajo unos años antes me quedé charlando un rato con ellos. Me contaron sobre el proyecto, sobre los productos que ofrecían, y les compré galletitas para Dimitri (mi gato).

Cuando llegué a casa y le dí las galletitas, Dimitri (que tiene un paladar muy selecto) se puso como loco, le re gustaron. Entonces me quedé pensando en lo bueno que era poder conseguir alternativas sanas para la alimentación de las mascotas, y en el mensaje copado que querían transmitir los chicos al interesarse por brindar una opción equilibrada. Cuando fui a tirar el paquetito de las galles a la basura, se me ocurrió que la bolsita de polipropileno que usaban los chicos no iba muy de la mano con el tipo de producto, pero seguramente era la única opción viable que encontraron para poder conservar los snacks. Entonces me comuniqué con ellos para proponerles trabajar en un packaging biodegradable, más amigable con el medio ambiente y, por qué no, más atractivo para los consumidores. Los chicos me comentaron que no habían podido conseguir en el mercado local un envoltorio con esas características a un precio accesible, y enseguida se prendieron, así que arranqué a pensar y armar prototipos.

Unos días más tarde nos juntamos con varios moldes de packaging, a cortar, plegar y pegar, para ver qué tamaños, formas y volúmenes se adaptaban mejor a las necesidades del producto.

Bocetos y prototipos iniciales.

Ziggy, una de las mascotas de los chicos de Om Nom Nom, supervisó muy de cerca todo el proceso creativo.

Una vez que definimos el volumen necesario para cada paquete, y los tamaños que se adaptaban, continué con el proceso de diseño.

Lo primero que definí fue el tipo de soporte: el papel kraft me pareció lo más acertado, ya que se trata de un papel rústico, obtenido mediante procesos mecánicos, sin blanqueos químicos ni demasiados aditivos. Las características de éste soporte se condicen tanto con la postura de Om Nom Nom como con el tipo de productos que ofrecen.

Una vez definido el soporte, pensé en la forma del packaging. Si bien podíamos hacer bolsitas con la marca, en éste caso tenía la libertad de probar y experimentar, y eso fue lo que hice. Poniéndome en el lugar del consumidor, pensé en la forma de presentación que me resultaría mas atractiva. Al igual que los chicos de Om Nom Nom, yo también tengo mascotas y soy amante de los animales, así que por qué no hacer bolsitas con formas de animales? Teniendo en cuenta que la variedad de productos con demanda sostenida es relativamente acotada, podíamos jugar con un packaging adaptado para cada uno de ellos. Así arranqué a probar bolsitas con cara de perro y de gato.

En los primeros bocetos, incorporé una ventanita de acetato, para permitir que se vieran desde afuera los productos. Sin embargo, no nos convenció la idea de incorporar materiales plásticos al packaging, y, por otro lado, ese detalle complejizaba el corte y el armado de las bolsitas más de lo que sumaba. Así, fuimos probando y mejorando las formas, el plegado y el armado hasta llegar a la forma final.

Añadimos la información adicional (como el sabor de los snacks, la fecha de elaboración y sus condiciones de almacenamiento) en el dorso y la base de las bolsitas, y logramos la versión final para el packaging de las galletitas.

En el caso de los muffins, utilizamos un soporte de mayor gramaje para obtener cajitas rígidas. Como los muffins son tanto para perros como para gatos, decidimos hacer una cara del packaging para cada especie, agregando la información adicional en las caras superior e inferior.

Una vez que estuvimos conformes con los resultados, comenzamos con la producción.

A continuación, les comparto una sesión fotográfica que realizó Uro Rec para Om Nom Nom sobre el packaging terminado.