B LINE es una agencia de viajes temporales, concretamente de viajes al pasado. Es la primera agencia en el mundo que ofrece este tipo de viajes. Para el desarrollo del naming, se ha partido del concepto "opción B", ya que se trata de una empresa que ofrece, en custión de ocio y viajes, una alternativa diferente.
Dado que es una empresa pionera, debe transmitir seguridad y confianza a los clientes. Para transmitir estos conceptos, la identidad visual corporativa se ha basado en dos puntos fuertes:
- Por un lado, la geometría: se trata de una rama de las matemáticas, una disciplina científica y exacta, por tanto aporta credibilidad y rigor lógico.
- Por otro lado, una voz conversacional y accesible que llega a los clientes directamente desde la empresa: la tranquilidad y confianza de los viajeros se consigue también gracias a la actitud cercana y amable de la empresa.
Estos conceptos e ideas serán la base conceptual de toda la gráfica de B LINE, tanto para la papelería corporativa, como para la publicidad o la página web, entre otros.
La gráfica de la papelería corporativa de B LINE gira en torno al concepto de opción B, de manera que la cara B de los diferentes soportes cobra un gran valor, siendo tan importante o más que la cara A o cara principal.
Para algunos de los elementos publicitarios se ha creado un eslogan que aúna, en una misma frase, a la propia empresa con un mensaje positivo. Se ha partido de una expresión muy utilizada (Have a nice day!) y se ha aprovechado la similitud entre las palabras nice y line para crear una frase única, pregnante y positiva.
Para otras aplicaciones, se ha personalizado la forma de un corazón con la gráfica del símbolo de B LINE, y se le ha añadido el copy "EL VIAJE QUE TE MARCARÁ EL CORAZÓN", de manera que la experiencia única que te ofrece esta empresa quede presente gráficamente en un corazón.
Para el desarrollo de la gráfica publicitaria de B LINE, se ha partido de un concepto, que es la fragmentación de los recuerdos. Se trata de una sensación bastante habitual que se suele tener después de un viaje: a medida que pasa el tiempo, te vas olvidando de muchas cosas y sólo consigues recordar los detalles o momentos que más te han impresionado o marcado. Con el paso del tiempo, los recuerdos de esa experiencia se van desvaneciendo y somos incapaces de retenerlos en su totalidad y riqueza de matices. Esos recuerdos nos vienen a la memoria como si fueran un sueño, una ilusión que, al cabo de los años, queda reducida a una imagen, a una coreografía plástica llena de sensaciones, formas y colores.
En cuanto a la formalización estética y visual, los conceptos explicados al principio siguen presentes: las formas geométricas y los mensajes positivos, cercanos y amables.
Para llamar la atención del espectador e identificar a la empresa con una agencia de viajes al pasado, se han utilizado imágenes de lugares y de personajes de diferentes épocas. Cuando la publicidad va dirigida a un viaje en particular, se eligen lugares y personajes caracterísiticos de ese lugar y de ese momento determinados, así como un color representativo y diferente.
