“El diseño no es un lujo, sino una necesidad, algo que facilita el entendimiento y la comunicación, y que funciona a pesar de los años. ”
Para crear la demanda por un producto y no estar a la merced de su competencia (todo el mundo es capaz de ajustar precio en detrimento de su producto), es necesario tejer un vínculo con nuestros consumidores, transmitiendo nuestros valores y nuestra filosofía.
En el diseño gráfico hay muchos elementos que permiten de forma implícita conectar con una audiencia: colores, tipográfías, personajes y grafismos, logos, textos, símbolos, elementos metafóricos, etc. El trabajo del diseñador gráfico es saber identificar los elementos apropiados y combinarlos para generar una marca a partir de la cual se podrá desplegar un plan de comunicación, generando un abánico de elementos unidos.
El diseñador gráfico no hace pósters, etiquetas o flyers; el diseñador gráfico genera fórmulas de comunicación que conecten con las personas y las plasma en pósters, etiquetas y flyers.
El diseñador gráfico no sólo maneja programas de diseño; el diseñador gráfico también maneja el humor y los sentimientos.
El diseñador gráfico hace todo esto para ayudar a las empresas a introducir el diseño como un elemento diferenciador (ahora imprescindible) en sus líneas de negocio.