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Chronicle No. 9 La Sierra de Parras


This is the complete chronicle written exclusively forĀ Siglo Nuevo magazine, complementĀ of El Siglo de TorreĆ³n and El Siglo de Durango. An edited version wasĀ published on issueĀ number 249Ā on January 2, 2016Ā on pages 24Ā and 25. The edition consists ofĀ 50,000 copies and it can be found digitally in:
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https://www.elsiglodetorreon.com.mx/suplementos/sup/siglon/?edicion=08%2C249
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* Note: The chronicle will be published in spanish.
Ā  Ā  Ā  Ā  Ā  Ā Ā Partimos rumbo a Viesca antes de la salida del Sol, Noviembre es la Ć©poca perfecta para este recorrido. AĆŗn no amanece y ya podemos ver las dos blancas torres de la antigua fĆ”brica de sal a nuestra derecha. Un pequeƱo velo de neblina cubre parcialmente las torres y una gran curva en la carretera se vuelve una recta que nos dirige directamente hacia los primeros rayos de Sol. Es momento de bajar de la camioneta y fotografiar esos hermosos filamentos dorados de luz que alumbran a lo lejos el horizonte. Seguimos avanzando y la neblina va cubriendo los cerros a ambos a lados de la carretera dĆ”ndoles un toque dramĆ”tico de misterio y misticismo. Los colores parecen brillar con luz propia en el desierto a estas horas, resaltan los marrones de la roca y ramas secas con los verdes de los magueyes y la hierba amarilla, el olor a gobernadora va inundando el paisaje, fijĆ”ndolo en mi memoria para siempre.Ā 
(PRS06) La Sierra de Parras I
(PRS08) La Sierra de Parras III [EspantapƔjaros]
(PRS18) La Sierra de Parras XII [EspantapƔjaros]
Llegamos a un pequeƱo rancho, que serĆ” el Ćŗltimo asentamiento humano antes de ser devorados por el desierto, con un corral de madera antigua protegido por un espantapĆ”jaros y una casa blanca al fondo. Nos vamos internando en el desierto, dejamos la carretera para comenzar la terracerĆ­a y comenzar la subida que nos llevarĆ” a nuestro destino: queremos alcanzar aquel bosque de pinos en lo alto de la Sierra de Parras. Siguiendo la terracerĆ­a llegamos a un pequeƱo valle elevado muy sinuoso desde donde se vemos a las nubes devorar lentamente la montaƱa. Un espectĆ”culo hermoso de la naturaleza. Acomodamos la parrilla en el piso terroso y caminamos los alrededores buscando leƱa. Prendemos la pequeƱa fogata y el olor a chicharrĆ³n calentĆ”ndose a la leƱa despierta nuestro apetito. No hay nada mejor que compartir un desayuno en el campo con los amigos.Ā 
(PRS13) La Sierra de Parras VII [Alfredo y leƱa]
(PRS07) La Sierra de Parras II
Ā  Ā  Ā  Ā  Ā  Ā Ā A partir de aquĆ­ el camino se hace mĆ”s agresivo, hemos tenido que dejar una de las camionetas y continuar por el lecho seco del rĆ­o en un solo vehĆ­culo. De vez en cuando hay que bajarnos a poner piedras en el camino para que la camioneta pueda subir. Nos hemos quedado atascados en la tierra suelta del rĆ­o y todos tenemos que cooperar para poder continuar. Mientras unos escarban debajo de las ruedas, otros metemos piedras aplanadas para crear torque y empujamos la camioneta hasta que salimos. Continuamos cuesta arriba hasta que incluso el motor ya no puede subir y continuamos a pie.Ā 
(PRS20) La Sierra de Parras XIV [La subida]
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(PRS17) La Sierra de Parras XI [El viaje]
(PRS12) La Sierra de Parras VI [Sotol]
(PRS21) La Sierra de Parras XV [Quiote]
Ā  Ā  Ā  Ā  Ā  Ā Ā Estamos a 1,600 metros sobre el nivel del mar y vamos de subida. Desde aquĆ­ se ve el valle completo y el paisaje comienza a cambiar. Pinos aislados descansan junto a cactĆ”ceas espinosas, flores de colores se van encontrando por el camino, amarillas y moradas, espinas rojizas que brillan fosforescentes a contraluz; la biznaga burra. Entre biznagas, cardenches, lechuguillas, sotoles y pinos nos vamos abriendo camino. La subida se hace pesada y las rocas mĆ”s afiladas, la vegetaciĆ³n se cierra y las espinas clavadas en la piel nos recuerdan que estamos en el desierto. La vista se hace mĆ”s imponente a cada paso que damos, los lechos secos de los rĆ­os y los cerros se van haciendo pequeƱos. A nuestroĀ  costado izquierdo vemos un bosque de pinos en la ladera adyacente; una vista inĆ©dita si consideramos que estamos en un desierto. Llegamos a los 2,000 metros y es lo mĆ”s alto que hemos podido alcanzar. No hemos traĆ­do agua suficiente y el tiempo se ha acortado para alcanzar la cima.Ā 
(PRS14) La Sierra de Parras VIII [El valle]
(PRS15) La Sierra de Parras IX [PiƱas con biznaga burra]
(PRS19) La Sierra de Parras XIII [Sotoles]
(PRS16) La Sierra de Parras X [Sotoles]
Ā  Ā  Ā  Ā  Ā  Ā Ā Volvemos al rancho, a la sombra de los Ć”rboles, preparamos el asado que hemos traĆ­do y nos sentamos a refrescarnos con sotol a escuchar las historias de tigres y osos que Manuel, nuestro guĆ­a, con emociĆ³n nos cuenta.Ā 
(PRS09) La Sierra de Parras IV [Don Manuel]
Ā© Rafael Blando Torres
Chronicle No. 9 La Sierra de Parras
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Chronicle No. 9 La Sierra de Parras

Chronicle No. 9 for Siglo Nuevo magazine issue no. 249

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