Martonela se presenta a sí misma como una heladería de las de verdad. De las que venden helados artesanales hechos a diario y justo al lado de los consumidores. Su filosofía slow cream defiende este trabajo artesano y el esfuerzo de los productores locales.

Con esta premisa y la marca ya creada, llegan a Narita buscando un desarrollo completo de su universo comunicativo. Porque una marca es algo vivo que debe responder a sus propias necesidades, pero también a la de sus usuarios y la relación que establece con estos. Así, comenzamos juntos un camino buscando una comunicación efectiva a través de pautas para su desarrollo.

Comenzamos a desarrollar este nuevo universo de marca con un restyling completo de la identidad de Martonela, respetando la marca pero cambiando sus colores corporativos, de manera que sean más acordes a la línea cromática de sus helados.

Para ello, partimos de la marca y los valores de Martonela y sumamos la fotografía de producto y producto en acción. Esta la reforzamos con ilustraciones para reflejar la experiencia en torno al producto, como cartelas en el local, y aportar un toque de magia a la experiencia del consumidor.

Algunos de los soportes que completan este universo comunicativo son tarrinas, bolsas o etiquetado, formatos audiovisuales para la comunicación de la marca en distintos medios, diseño de sitio web y dosieres de franquiciado. Pues un segundo objetivo de nuestro cliente es convertir este universo en un sistema de identidad asentado y efectivo que facilite el franquiciado del negocio y su implantación y unificación de marca en todos los locales.