Centro de investigación en Toledo
Espacio de investigación y exposición en la ribera del Tajo
Este proyecto, se nos presentó como ejercicio docente durante el primer cuatrimestre del curso académico 2011-2012 en la asignatura de proyectos 3.
Se trata de un centro de investigación con un programa en metros cuadrados bien definido, pero no así en su contenido, por lo que dio lugar a una gran variedad de propuestas entre mis compañeros debido al programa añadido que cada uno aportaba.
El emplazamiento era un lugar ubicado a orillas del río Tajo, en la ribera contraria a la ciudad y enfrentado al complejo universitario donde se sitúa entre otras la escuela de Arquitectura. El solar delimitado era de unas dimensiones importantes, por lo que el primer punto era ver donde se emplazaba el proyecto y cómo se relacionaba con el río, la otra orilla y el terreno desurbanizado en el que se encuadra.
El centro de investigación se presenta a quien llega en coche por el lado opuesto al río como una explanada desierta donde el único espacio construido es un cubo de reducidas dimensiones. Sin embargo, el que lo observa desde la otra orilla, encuentra una serie de ventanas o miradores abiertos en el terreno.
El proyecto se concibe como una cueva enterrada en la ribera, en las proximidades de la pasarela peatonal que conecta las dos orillas, dentro de la cual se distribuye el programa en cubos que se encuentran apoyados en el suelo de la "cueva" o bien colgando del techo de la misma, y conectados entre sí mediante platafomas, todo orquestado siguiendo un patrón modular de 10x10 metros, que si se extruye conforma un cubículo programático y si se inclina se transforma en una rampa que conecta niveles separados en altura.
El programa requería dos recintos para su uso como laboratorio, los cuales se encuentran señalados en la parte inferior de la miniatura girada de la izquierda, la cual se corresponde con el corte a cota +8 metros. En dicha planta, también encontramos el almacén (la mancha de menor tamaño) vinculada con ambos espacios por razones de mayor comodidad al cargar y descargar el material necesario en los laboratorios, y vinculada también con el acceso rodado mediante el cubo que podía observar desde el exterior, que corresponde ni más ni menos, con el montacargas y más espacio de almacenaje. Situado al norte de estos tres recintos, encontramos el comedor de los investigadores y cafetería o pequeño restaurante para los visitantes. En la otra miniatura, encontramos, por orden descendente en la imagen: El área de oficinas, el salón de exposiciones, y la biblioteca.
Enlazando y recogiendo todos los usos propios del centro, encontramos un extenso espacio libre, con variaciones de cotas a lo largo de todo el recorrido y pensado como un espacio dinámico de esparcimiento y exposición. Debido al interés que despertó el hecho de que la ETSA de Toledo en nuestra visita para el reconocimiento del contexto estuviera plagada de proyectos, maquetas, láminas y todo tipo de material con alta carga artística, éste espacio expositivo se pensó relacionado íntimamente con la escuela para la exposición de esta gran cantidad de trabajo, sumado a la posibilidad de utilizar del salón de actos del centro, ya que la escuela tampoco cuenta con un emplazamiento para tal efecto.
