El packaging se basa en la marca a la que representa y al producto que contiene. Para diseñar un packaging que ayude a la marca es necesario comprender el negocio del cliente, investigar el entorno, el mercado y los diferentes targets. Y a continuación definir el posicionamiento del producto y la arquitectura visual que hará único nuestro envase.
El fin último del diseño de packaging sería la práctica integración en nuestras vidas de las marcas que usamos diariamente y todo lo que queremos decir al mundo sobre nosotros.