Sonríe
La felicidad edulcorada acabó por amargarles la vida y lo que empezó siendo sonreír para uno mismo, se transformó en sonreír para los demás. Los likes, que al principio alimentaban egos, acabaron destruyendo la autoestima de la gente. Nada era suficiente en la era del postureo y acabaron comiendo, corriendo, viajando y queriendo solo para presumir en instagram