El abrupto y salvaje paisaje pirenaico jamás invitaría a pensar que alberga uno de los mayores desastres ambientales de la Europa contemporánea.
Sabiñánigo, una pequeña ciudad industrial situada al pie de los Pirineos, es a día de hoy uno de los lugares más contaminados por pesticidas del mundo. La producción de Lindano, un pesticida plaguicida utilizado durante los años 50/70, hacen de este lugar un enorme vertedero tóxico con constantes emanaciones hacia el entorno natural.
El río Gállego es uno de los principales afluentes del Ebro, con una longitud de 193km y un caudal medio de 34.2m3/s, es la fuente de salud de todos los pueblos y pequeñas ciudades desde el Valle de Tena hasta Zaragoza. Unas 150.000 toneladas de residuos de este compuesto se distribuyen por el agua y el terreno. Los residuos tóxicos procedentes de Sabiñánigo están siendo transportados por el caudal del río, destruyendo a su paso multitud de ecosistemas y envenenado a la población local. La magnitud de la catástrofe es abrumadora, los expertos garantizan la contaminación de la reserva hídrica de Aragón para los próximos 15 años.
El objetivo del proyecto es la búsqueda de soluciones para esta “catástrofe ambiental”. Las estrategias a seguir para llevar a cabo dichas soluciones, junto con las fases y temporalidad de las mismas, con la intención de sacar a la luz uno de los mayores desastres ambientales de la actualidad.
“La arquitectura como herramienta ambiental”
by: Alejandro Martínez de Velasco