Parador en un paisaje
Un hotel/parador en el Fuerte de La Galea, en Bizkaia.
Este trabajo propone una reflexión general sobre la relación de la arquitectura, el paisaje y la historia. El objetivo es construir en un paisaje y una preexistencia concretas un hotel/parador turístico.
 
Existen numerosas oportunidades de territorios enclavados en puntos estratégicos que aúnan condición abierta, implicación con el paisaje, adecuación a un clima, vinculación a una preexistencia…
 
El lugar de intervención elegido es el Fuerte de La Galea o  Castillo del Príncipe (1740) en Getxo, una construcción abandonada del siglo XVIII enclavada sobre los acantilados de La Galea. Sus valores paisajísticos son indudables debido a su relación con el paisaje costero, dominante sobre la altura y orientado hacia la desembocadura de la Ría del Nervión y el mar Cantábrico. Se ubica frente a un campo de golf y al final de un paseo peatonal, existiendo en la actualidad el trazado geométrico de sus murallas, dos edificaciones y una torre que funcionó en el siglo XIX como faro. Todos estos datos proporcionan un emplazamiento adecuado para el planteamiento turístico de un parador de pequeño tamaño.
 
Por una parte es necesario entender la propuesta como parte de una escala mayor, territorial, ligada a un horizonte, y por otra como la agrupación o “cluster” de unidades menores de habitación con carácter propio. Y, por ello, se debe actuar en los siguientes campos:
 
- En la escala del territorio, donde se trata de crear una estructura residencial que, articulada en el espacio natural, busque estrategias de relación y superposición simbióticas.
- En la escala arquitectónica, para incorporar una investigación en las agrupaciones morfológicas, tipológicas y de las formas de habitar. Relación del usuario con las experiencias arquitectónicas a través de los sentidos, considerando la escala, la luz y lo material como aspectos básicos sobre los que reflexionar.
- En las diferentes escalas intermedias, entrelazadas con las anteriores, para introducir la naturaleza como elemento asociado al hábitat (jardines, espacios comunes, patios, aparcamientos…).
- En la escala cercana, estudiando la célula de habitación que seriadas, repetidas o transformadas, dé lugar a una estructura mayor más compleja.
Historia del fuerte, tal y como está escrito en la lámina primera:
A partir del el siglo XIII el Señorío de Vizcaya ha realizado numerosas aportaciones a empresas marítimas españolas. Las guerras emprendidas por los reyes de España contra otras potencias europeas (Francia, Inglaterra, Holanda) durante los siglos XVI, XVII y XVIII suponen una amenaza para las costas de Vizcaya. En torno a El Abra se instalan diversas fortificaciones para defender el tráfico marítimo del puerto de Bilbao.
 
El desarrollo del poderío marino de Vizcaya coincide con los López de Haro como Señores de Vizcaya. Durante el primer tercio del siglo XIV tiene lugar una gran expansión comercial y los marineros vascos se hacen los dueños de la zona del golfo de Vizcaya. El comercio de Bilbao, la exportación desde El Abra de lanas y cueros de Castilla y del hierro vizcaino hacia Francia y los Países Bajos, constituye un objetivo militar para corsarios ingleses y holandeses.
 
Tras la capitulación de Junio de 1538 entre la Casa de Contratación de Burgos y la Universidad de Bilbao, se decide reforzar la vigilancia de esta parte de la costa instalando atalayas. En la bocana de El Abra, tanto en Portugalete como en Algorta, se desarrolla un sistema de control portuario, con pilotos lemanes, vigías y atalayeros (en la zona de Talayetas y en Punta Galea) y fortines defensivos. Antes de que el Señorío instale castillos y fortines o baterías sobre El Abra, ya se han instalado en la costa diversas atalayas para vigilar el mar y avisar de la aproximación de barcos enemigos mediante disparos, ahumadas o fuegos. Esta vigilancia es realizada preferentemente desde La Galea, y constituye un servicio permanente.
 
En 1618 comienza la guerra de los 30 años, a causa de la rivalidad entre los Borbones franceses y los Habsburgo de Madrid y Viena. Cuando termina, la paz de Westfalia supone la independencia de Holanda y el fin del tráfico comercial ente Bilbao y los Países Bajos.
 
En 1627 el Señorío de Vizcaya concede a la anteiglesia de Getxo 80 ducados como ayuda para la construcción de uno de los muelles del puerto de Algorta, de una batería en Punta Galea y de dos fortines defensivos en Algorta. En la Junta General del Señorío de Vizcaya celebrada en Gernika, a la que asiste Domingo de Elorriaga como apoderado por Getxo, se encarga al ingeniero Baltasar de la Cruz el estudio de un plan general de defensa de El Abra. Las medidas indicadas en el proyecto son rematar parapetos, fabricar a cal y canto las estacadas ya existentes, atrincherar los puestos con mampostería, levantar muros para defender el paso en las aguas vivas, etc. En cuanto a Getxo, el proyecto dispone que se defiendan con parapetos y piezas de artillería todos los surgideros donde puedan fondear las naves atacantes, empezando por La Galea.
 
En 1656, ante la amenaza de un ataque de la armada inglesa de Oliver Cromwell, el Señorío de Vizcaya acuerda nuevamente fortificar sus costas. Más tarde, el servicio de atalayeros en La Galea se reactiva en 1692 para detectar naves francesas. El servicio de vigías atalayeros en La Galea se vuelve a activar en 1742, ante la sospecha de posibles invasiones franco-anglo-holandesas.
 
Las baterías de Usategui y Punta Begoña, ubicadas ya dentro de El Abra, no tienen alcance para atajar el acercamiento de naves enemigas, normalmente equipadas con cañones bastante más modernos. Para resolver este problema se decide construir una nueva fortificación en Getxo, adicional a las baterías de Punta Begoña y Usategi. El brigadier de ingenieros del ejército Jaime Sycre construye en 1742 el fuerte de La Galea (castillo del Príncipe), una de las fortificaciones más importantes de la época, para defender el tráfico comercial por la ría hasta Bilbao. El fuerte cuenta con troneras de 16 cañones del calibre 18 libras y es la única construcción militar del siglo XVIII que se conserva en Vizcaya. En 1749, al no haber ya causa para mantener en pie de guerra el fuerte de La Galea, tras realizarse un inventario de sus existencias, este queda abandonado. En 1775 el fuerte de La Galea amenaza ruina. Para evitar su desplome se saca a concurso su reparación.
 
La denominación de castillo se aplica también a los fuertes de Punta Begoña y de La Galea, y a otros como el de Azkorriaga en Gorliz. Y la denominación de “Castillo del Príncipe” para designar al fuerte de La Galea se refiere al príncipe heredero Fernando VI, hijo segundo del primer matrimonio del rey Felipe V con María Luisa de Saboya.
 
En 1794 tropas francesas ocupan San Sebastián y más tarde Bilbao, Vitoria y Miranda de Ebro. La corona española solicita al Señorío de Vizcaya ayuda para defender Guipúzcoa contra los franceses. Vizcaya responde organizando tres tercios, con un total de 12.000 hombres, uno destinado a Tolosa, otro a la frontera con Guipúzcoa y un tercero en la reserva. Sin embargo, los fuertes de Portugalete y Getxo son tomados en 1795 por las tropas francesas del general Willot. Y tras la toma de Durango y de Bilbao termina la guerra entre España y la Convención francesa, con la firma de la paz de Basilea. Tras esto los franceses abandonan Vizcaya de inmediato.
 
A lo largo del siglo XIX no hay amenazas militares relevantes hacia el puerto de Bilbao y las fortificaciones defensivas sobre El Abra caen en desuso y quedan abandonadas. En 1898, tras el estallido de la guerra de Cuba y temiendo una invasión norteamericana, se construyen numerosas torres de vigilancia y fortificaciones en la costa vizcaina (Serantes, Punta Lucero, La Galea), que más tarde son usadas como instalaciones militares adscritas al cuartel de Berango.
 
El fuerte de La Galea queda abandonado durante muchos años. En 1947 el Ministerio de Defensa cede su propiedad al Ayuntamiento de Getxo, para su uso con fines públicos. Más tarde, con la zona de La Galea y Aixerrota en expansión, se instala un merendero, que se clausura hacia 1975. En las últimas décadas hay distintas iniciativa de uso que no se concretan y el fuerte sigue sin uso y en claro deterioro.
Parador en un paisaje
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Un hotel/parador en el Fuerte de La Galea, en Bizkaia.

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