Delia Orella's profile

Proyecto con la ilustradora/tatuadora Renata Vignati

Es la madera de esta taberna la que sostiene mis delirios,
el tinto del vino lo que me hace trasnochar,
y el rojo sangre de tus entrañas,
la que me im-pone y desnuda si tan sólo me rozas con tu mirar.
 
Dejo mi pelo salvaje a tu encuentro,
mis senos en llamas a tu merced,
y mi vientre que reclama tu presencia,
y que respires encima de mi piel.
 
Me devoras con tu mirada,
como un lobo devora y jama a un pequeño corderito en tropel,
y me haces ser la vergüenza de mi misma,
y haces llorar a mi conciencia
lágrimas colmadas de pasión y sed.
 
Me encuentro marchita, despojada, aniquilada 
por culpa del apetito que me dejas cada vez que te marchas,
sin tan siquiera decirme, hasta más ver.
 
Soy ese alma en pena que ruega entre tintos y bares,
para que tú, culebra escurridiza,
dejes de ahogarme y de enredarme en tu ser.
 
Siempre te veré en el horizonte de la noche 
y te esperaré con cada rayo del amanecer.
 
Y aquí seguiré, 
impávida, 
expectante a que tropieces sobre mi más querido y corazón fiel.
Luces brillantes en la noche enfocan el mar oscuro
y su mundo que a simple vista no podemos ver.
Sentada en la proa del barco, 
sintiendo las olas y su vaivén.
 
Una fría brisa despeja mi cara, 
y el olor a sal me recuerda que estoy en medio de la nada.
Oscura noche para mis ojos en llamas.
 
Te pienso en silencio y te recuerdo secretamente.
Casi ni me importa…
Casi…
 
El viento me despeina, me hiela la cara,
pero mi corazón ni se inmuta a tan fría madrugada.
 
Y tú vas y vienes como la noche regresa y huye del mar,
y cada lágrima mía derramada te pertenece, 
a ti, muy a mi pesar.
 
Porque quisiera sentirme en calma, sin tanto vaivén en este frío mar,
un mar colmado de sentimientos, 
recuerdos 
y de yo que sé qué más.
 
Recuerdo tu rostro al encontrarse con el mío,
rememoro aquella mirada sin cesar,
me quedo atrapada en esos pensamientos,
porque no te quiero olvidar.
 
Pero casi ni me importa,
casi ya no me oigo llorar…
Ya casi te siento cerca, y ya de nuevo me toca esperar.
 
Volveremos de nuevo a encontrarnos,
y nuestros ojos se volverán a mirar,
y entonces de nuevo…
 
Pálpito, palpito, palpitó.
Lo que sentí al verte, lo que siento hoy, lo que sintió nuestro corazón.
Un bucle infinito de sentimientos ya sabidos, un bucle permanente de amor,
que va y viene, viene y va,
como la fría noche en este helado mar.
Proyecto con la ilustradora/tatuadora Renata Vignati
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Proyecto con la ilustradora/tatuadora Renata Vignati

Este proyecto es una colaboración con la ilustradora y tatuadora Renata Vignati (IG: @alohablackrabbit). A través de sus ilustraciones creo texto Read More

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