Alexander vs The Ham Factory
El diseño de una etiqueta de vino consagrada, al que ya has puesto todo el cariño en su añada anterior y que además ha gozado de un premio Anuaria de Oro al mejor packaging representa una situación compleja. Nos gusta cómo es. Nos enamora lo que trasmite. No queríamos tocar ni un pelo al cerdo Alexander.
¿Qué podía tener esta nueva añada? Más experiencia. Más narcisismo. Es bello, redondo, está bueno, y lo sabe. El diseño de la etiqueta de este vino ha ganado empaque. Los tonos plata se cambian a un bronce terroso. El papel envejece a tonos naturales. Como el buen vino, un año más le sienta bien.
Puedes echar un vistazo al diseño de la añada 2012.
Cliente: Casa Rojo