Este proyecto fue la reconfiguración de la forma de trabajo que había seguido Camila Jones en estos años. Decidimos hacer una nueva imagen (rebranding), muy neutra, para que la colección fuera el principal protagonista. Trabajamos en la dirección de arte de las imágenes que sentará las bases de la marca.
Primero creamos un universo y luego se aplicó en una campaña. En esta, hay dos piezas principales: un catálogo-lookbook de gran formato, en forma de periódico y la transcripción de este lookbook en un website.