barro cocido. Mixta.
2012.
Suprema, del barrio de Tribunal, se levanta todos los días a la misma hora en el mismo hotel de cinco estrellas.
Ni muy tarde...ni muy temprano, a la hora exacta. Se dirige al baño y allí peina su melena y coloca el brazalete como insignia.
Sale ya, convenientemente vestida de prostituta de lujo y en el office contiguo a su dormitorio se encuentra el café, zumo y un periódico de su partido.
Y lo hojea...como quien se recrea en su herencia.
Pasa páginas tranquilamente; no hay prisa...
Nadie la espera para arreglar el mundo porque antes se ha encargado de que el mundo no espere nada de ella...
Ni muy tarde...ni muy temprano, a la hora exacta. Se dirige al baño y allí peina su melena y coloca el brazalete como insignia.
Sale ya, convenientemente vestida de prostituta de lujo y en el office contiguo a su dormitorio se encuentra el café, zumo y un periódico de su partido.
Y lo hojea...como quien se recrea en su herencia.
Pasa páginas tranquilamente; no hay prisa...
Nadie la espera para arreglar el mundo porque antes se ha encargado de que el mundo no espere nada de ella...