Indisciplinas maricas es un proyecto de investigación-creación en diseño que buscaba entender los procesos creativos en los que cuerpos maricas logran liberarse de cadenas y huir de grandes opresiones. A partir de la observación activa, recopilación de historias, conversación con la teoría y experimentación en campo, se pudo apreciar lo impredecible de estas prácticas y resaltar el valor de los espacios cariñosos que, en confianza, se convierten en verdaderos laboratorios de emancipación.
Desde el diseño se pudieron traducir estas lecciones en principios con los que jugar, pervertir y draguear las tradiciones colombianas de diciembre, convirtiendo rituales asfixiantes, pero llenos de potencial, en espacios de autoexploración y transmisión de prácticas maricas. Aquí el diseño no impuso soluciones, sino que abrió conversaciones, permitió el desorden y guió a cuerpos diversos a aprender de sí mismos.
El punto de inicio fueron los encuentros maricas. En la rumba y la vida nocturna me había logrado liberar de muchos tabúes, así que decidí observarla y vivirla con mirada crítica. Descubrí que lxs maricas hemos tejido una constelación de oposiciones a la norma en las que podemos experimentar hasta sentirnos cómodos e irnos liberando de las retículas de poder que nos oprimen.
Habitamos un espectro de resistencia desde las rumbas y orgías, hasta espacios cariñosos entre amigos donde nos damos apoyo sin ninguna expectativa o prisa. Es realmente necesario existir y reclamar todo tipo de encuentros en el mundo; conectar con espacios en los que no nos juzguen ni nos impongan nuevos moldes.
Indagué en estos encuentros libres de nuevos moldes y noté que se sostienen por el conocimiento empírico indisciplinado de lxs maricas. Allí pude apreciar que la emancipación como proceso creativo no es lineal, no lleva a ningún resultado concreto o punto final, usa al cuerpo como herramienta y es completamente independiente del diseño académico. Cada marica se autodiseña experimentando y no existen reglas que seguir.
Más adelante, usé el diseño para llevar la indisciplina que descubrí en mi investigación a universos un poco más cariñosos. Quise ver las tradiciones de diciembre como una oportunidad para tejer redes cariñosas, transmitir prácticas maricas, oponernos desde otros espacios y reclamar las experiencias en las que hemos sido violentados. Diciembre es un mes lleno de cariño y validación para cuerpos normativos, pero también es una serie de rituales con exigencias violentas sobre cómo comportarse, verse, vestirse y ser.
Para mis experimentos tuve en cuenta tres fases:
1. Saqué del clóset la retícula navideña haciendo visibles las opresiones
y oportunidades en los rituales.
2. Hackeé la retícula montando mi propio laboratorio de emancipación en el que,
como anfitrión, propuse provocaciones que llevaron a los invitados a cuestionar las tradiciones.
3. Dagueé el ritual. Junto a mis amigos improvisamos y dimos el paso a prácticas
indisciplinadas y reflexiones profundas que nos permitieron repensar y reclamar
los rituales decembrinos.
No quería eliminar los rituales, sino aflojar sus presiones y aprovechar al máximo sus cualidades. Es por esto que me lancé a experimentar con el día de las velitas, las novenas de aguinaldos y la celebración de final de año. En cada uno de estos espacios visibilicé opresiones, reflexioné con mis invitados y propuse alternativas maricas en mi propio laboratorio de emancipación. Fue resistir desde la vulnerabilidad y el cariño; usar una nueva forma de desnudez para reclamar los espacios tradicionales de los que habíamos sido expulsados.
Los invitados aprendieron de sí mismos y se pudieron llevar nuevas preguntas a sus hogares. Así es que nos podemos acercar a un cambio, moviéndonos hacia el punto en el que la resistencia sea más fuerte que la red opresiva.
No niego que se pueda fortalecer y viralizar el mensaje o la reflexión con el uso de medios más contemporáneos como las redes sociales, pero quise mantener viva la sensación de leer la novena impresa o recibir un fanzine para inspirarte profundamente. Es por esto que reuní a mis amigos a experimentar y compartir nuestras memorias de una navidad indisciplinada. Recogimos nuestras lecciones e ideas en una pieza experimental / memoria material que pudo dar cierre a este proyecto.
Solo me queda agradecer a quienes me han amado, a quienes me han enseñado
y acompañado, pero también a quienes me han discriminado y señalado,
pues me han mostrado lo que quiero dejar atrás.
Indisciplinas maricas: laboratorios de emancipación
Proyecto por: Felipe Borbón
Director(a) del proyecto: David de Los Reyes
Jurados: Cándida Ferreira y Daniel Ramos
Universidad de los Andes
Facultad de Arquitectura y Diseño
2021
