La llegada a la Capilla está precedida inicialmente con un volumen de concreto que permite visualizar una larga caminata, en un espacio, que parece llevar a la profundidad de la tierra y al final un espacio donde disfrutar el silencio y los sonidos de la naturaleza.
Una vez terminado el recorrido, el proyecto te recibe con una losa invadida por tres esclusas de luz que descansan en un cuerpo de agua, que hace referencia conceptual a los centros religiosos y construcciones ancestrales aledañas al lugar, los materiales son rústicos, siempre buscando la relación más puntual con la madre naturaleza, seis filas de bancas estrechan el camino para enmarcar el espacio más importante del lugar: El Altar.