Diseño de mochila y trolley para Atlas Sabbatical. Se trata de una mochila de 70L. de capacidad equipada con tres anclajes para acoplar, de manera opcional, un carro con dos ruedas para transportarla cuando no se quiere/puede llevar sobre los hombros.

El target de usuario es ese “mochilero” urbano que recorre grandes distancias dentro de las ciudades que visita.

La necesidad del proyecto era la de crear una estructura con ruedas para anclar a una mochila de gran capacidad que facilitase su transporte. Dentro de esta necesidad, los requisitos a cumplir debían ser cuatro:

1. La de acoplar la estructura con ruedas por la parte delantera de la mochila para evitar roces con la espalda del usuario.

2. La de disponer de un sistema sencillo de anclaje que permitiese montar y desmontar el sistema con comodidad para dar más opciones de uso según las circunstancias del viaje.

3. La de que las ruedas fuesen retráctiles, de manera de poder recogerlas cuando no se hiciese uso de ellas y así ahorrar espacio y ganar en comodidad.

4. La de crear un producto robusto, que soportase con creces todos los esfuerzos físicos a los que se le sometiera durante un viaje: suelos irregulares, los bordillos de las aceras, etc.

Nuestra propuesta ha sido la de diseñar una estructura que se acopla perfectamente con la mochila en forma y en uso, funcionalmente cumpliendo con cada uno de los requisitos del proyecto. Con un lenguaje que comunica entre la elegancia y la robustez, un producto que aspira a ser atractivo y duradero.

Anclada a la mochila mediante tres puntos y tan un sólo clip, la estructura está provista de un brazo extensible, que junto al mecanismo de recogida de ruedas, lo convierten en un producto compacto.

La mochila ha sido diseñada íntegramente con la colaboración de Proline Barcelona: todo un lujo disponer de proveedores así que otorgan al producto, ya desde la fase de prototipado, de una calidad tan elevada.

También se diseñó el asa, con una forma ergonómica y funcional para dotar de estabilidad al conjunto. Finalmente, para el prototipo funcional del producto, el cliente optó por una existente en el mercado atendiendo así a su comprensible necesidad de empezar con un PMV (producto mínimo viable).

El producto se lanzó en la plataforma de crowdfunding norteamericana Kickstarter, alcanzando casi un 140% de la financiación necesaria al finalizar la campaña.

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