Los edificios nacen, viven y mueren como todo en este mundo, pero en su larga vida pueden y deberían poder acoger a muchas personas. Una vivienda vacía es una vivienda en coma. En esta serie intento, a través de la ventana, mostrar la historia de un edificio imaginario que en la primera fotografía esta vivo, pero que después entra en un coma que finalizará cuando al fin vuelve a acoger gente. Los años han pasado por él, pero su utilidad sigue viva.
