Sevilla/España/1999
Proyecto Fin de Carrera (Finalista XVIIª Edición Premio Dragados)
El edificio da respuesta a la inconclusa propuesta urbanística de Aníbal González, ordenando el entorno de la plaza del Ejército Español, solucionando los espacios anexos, reorganizando el tráfico y creando un Museo de la Música con salas de exposiciones y audiciones, biblioteca, mediateca, cafetería, tiendas de souvenirs, un auditorio con funcionamiento independiente y una residencia para estudiantes músicos.
La implantación no viene desde la ocupación regida por las leyes internas del uso o tipología. La edificación es el instrumento que configura, formaliza y personaliza
este entorno, de gran valor para la zona; dando forma al espacio urbano y generando nuevos ámbitos, diversificando la lectura del lugar y su actividad.
El edificio se inserta en una zona no edificatoria, en el punto de intersección entre lo verde y lo urbano, en la esquina. Esa es su génesis, su punto de partida. Es la única victoria segura del parque sobre la ciudad: conformar la esquina. Ese es el punto elegido para provocar la entrada, para ir privatizando el recorrido en el sentido de avance del eje de proyecto; de manera que las funciones más públicas se alejan más de la esquina y las funciones más privadas se acercan a ella. Así pues, en primer lugar está el vestíbulo, después le suceden las salas de audiciones y el auditorio, después la administración y residencia.
La composición de volúmenes es clara: Un cuerpo bajo longitudinal, en el que se recogen los usos propios de todo museo; una caja elevada y maclada con el primero que responde al auditorio y dos volúmenes en altura, en perpendicular al cuerpo bajo, que recogen los usos de administración y de residencia.
Proyecto Fin de Carrera (Finalista XVIIª Edición Premio Dragados)
El edificio da respuesta a la inconclusa propuesta urbanística de Aníbal González, ordenando el entorno de la plaza del Ejército Español, solucionando los espacios anexos, reorganizando el tráfico y creando un Museo de la Música con salas de exposiciones y audiciones, biblioteca, mediateca, cafetería, tiendas de souvenirs, un auditorio con funcionamiento independiente y una residencia para estudiantes músicos.
La implantación no viene desde la ocupación regida por las leyes internas del uso o tipología. La edificación es el instrumento que configura, formaliza y personaliza
este entorno, de gran valor para la zona; dando forma al espacio urbano y generando nuevos ámbitos, diversificando la lectura del lugar y su actividad.
El edificio se inserta en una zona no edificatoria, en el punto de intersección entre lo verde y lo urbano, en la esquina. Esa es su génesis, su punto de partida. Es la única victoria segura del parque sobre la ciudad: conformar la esquina. Ese es el punto elegido para provocar la entrada, para ir privatizando el recorrido en el sentido de avance del eje de proyecto; de manera que las funciones más públicas se alejan más de la esquina y las funciones más privadas se acercan a ella. Así pues, en primer lugar está el vestíbulo, después le suceden las salas de audiciones y el auditorio, después la administración y residencia.
La composición de volúmenes es clara: Un cuerpo bajo longitudinal, en el que se recogen los usos propios de todo museo; una caja elevada y maclada con el primero que responde al auditorio y dos volúmenes en altura, en perpendicular al cuerpo bajo, que recogen los usos de administración y de residencia.
