AFASIA


"El hombre está literalmente partido en dos. Él tiene conciencia de su espléndida identidad única en cuanto a sobresalir de la naturaleza con una imponente majestuosidad, y aun así vuelve al suelo ciega y tontamente, para pudrirse y desaparecer para siempre." [1]

[1] BECKER, ERNEST, La Negación De La Muerte, Ed. Simon & Schuster. Nueva York, Estados Unidos, 1973.



EL CUERPO OPRIMIDO 
y el deseo por sobrevivir




Afasia surgió por un episodio de afasia que sufrí bajo una situación de considerable estrés en un momento muy conflictivo de mi vida personal y afectiva. Intentó reflejar en qué medida pueden afectar nuestro entorno a la estabilidad de nuestro cuerpo y nuestra persona. Pretendió además poner de manifiesto de qué modo esta inestabilidad nos hace tomar conciencia de la falta de control sobre nuestro propio cuerpo, mostrando en qué medida el acto físico y biológico de respirar, además de ser vital y necesario, se torna performativo y cultural, pretendiendo transmitir no solamente una afección física y emocional generada por el entorno que oprime al sujeto, sino también hacer tomar conciencia de la falta de control que se tiene sobre el propio cuerpo.

La Aphasia es el trastorno del lenguaje que se produce como consecuencia de una patología cerebral, generalmente desencadenado por situaciones de excesivo estrés, que consiste en la pérdida de capacidad de producir o comprender el lenguaje, tanto escrito como verbal, debido a lesiones en áreas cerebrales especializadas en estas funciones. En escasos casos, la anomia [2] es recuperada completamente a las pocas horas sin necesidad de tratamiento. Este tipo de recuperación espontánea ocurre luego de haber sufrido un ataque transitorio isquémico, comprendido como una clase de accidente cerebrovascular en el que el flujo sanguíneo que va al cerebro es momentáneamente interrumpido pero rápidamente restaurado.

Sigmund Freud, en cuanto a la maleabilidad del propio cuerpo, introdujo la idea de sujeto como entrañablemente ligado a su corporeidad así como a su prójimo y a la cultura en la que vive. Convirtió al cuerpo en un lenguaje que dialoga acerca de las relaciones individuales y sociales de cada individuo permitiendo pensar la corporeidad en tanto materia modelada, hasta cierto punto, por las relaciones sociales y por las inflexiones de la historia personal de cada sujeto. El cuerpo ya no pretende ser percibido como agregado material separado o indiferente de nuestra propia existencia, sino más bien como medio perceptivo y activo del entorno del que forma parte. El sujeto vive la impresión de su propia corporeidad como aspecto permanente e integral de su propia existencia, tanto en el actuar en el mundo externo como sujeto social, así como en el percibir y verse directamente afectado por ello.

 ¨Es un sujeto que se siente cautivo dentro del cuerpo que lo abandona, y de qué manera la víctima opone al cuerpo una voluntad salvaje en relación con la fuerza de carácter y con el deseo de sobrevivir.” [3]




[2] ANOMIA, Nombre descriptivo para referirse a los defectos para hallar palabras.
[3] LE BRETON DAVID, Antropología del cuerpo y modernidad. Ed. Nueva Visión. Buenos Aires, Argentina, 2002, p. 96



EL CUERPO OPRIMIDO y el deseo por sobrevivir

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EL CUERPO OPRIMIDO y el deseo por sobrevivir

© Flavia Rolla, Afasia. Objeto interactivo. Registro fotográfico, Buenos Aires, 2012.
Afasia.
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