ESCUCHANDO A PARAMO. (2007-2009)
En ocasiones, cuando uno se da cuenta que la confianza, la lealtad, la sinceridad, la honestidad, la bondad, la ternura, la clemencia, la franqueza y la naturalidad son aplastadas por comportamientos vanidosos, fatuos y superficiales. Se entra en un estado paranoico que se caracteriza por la ausencia de todo lo inicialmente mencionado. En este punto frecuentemente se apela a una de las más recurrentes y fiables salidas y es la de acogerse a sí mismo, y si se es afortunado, apelar a su propia obra como catalizador y restaurador de una naturaleza humana invadida por lo mezquino, lo podrido y lo miserable.
En este caso en específico, haciendo una transición de lo humano a lo natural, lo bucólico. Identificando constantemente que el ser humano en momentos de crisis, apela a la mejor consejera que pueda tener y que es la sabia naturaleza. Este dialogo es superior a cualquier tipo de lenguaje y es frecuentemente es solo posible mediante su profunda contemplación.
Esta serie a la cual he decidido llamar “Escuchando a Paramo” retomo la intención de los pintores del movimiento paisajista de la Escuela de la Sabana de finales del siglo XIX e inicios del siglo XX. Movimiento que aparece entre otras razones como una profunda intención de retornar al territorio, impulsado por las en ese entonces nuevas Escuela Nacional de Bellas Artes y la catedra de paisajismo, teniendo como trasfondo político y social a una larga guerra (guerra de los mil días) y la absurda perdida del istmo de Panamá.
Tomo puntualmente a Roberto Paramo (artista que hizo parte de la escuela de la sabana) como eje de esta obra, debido a su acercamiento profundo, modesto, minucioso e íntimo con la naturaleza y en específico con el paisaje sabanero. Convirtiéndolo en un microcosmos en el cual uno puede refugiarse y vivir. Es por eso que intento retomar los pasos de Paramo, retomando sus paisajes, reinterpretándolos. Adopto la técnica del puntillismo en plastilina. Transformando su experiencia con el exterior, a mi rutina huraña y hosca, buscando una conexión entre los dos, en esta suerte de viaje en el tiempo a través de nuestra obra. Concentrando mi labor íntima y modesta en la experimentación técnica, y a la dedicada elaboración de un sinfín de bolitas de plastilina creando un pequeño pero infinito microcosmos.
Retomo sus mismos paisajes, sus mismos formatos, quiero escuchar a Paramo. Encontrar un consejo, buscar un apoyo, una clave, un apunte, un Aleph. Busco entablar un dialogo con Páramo, contemplarlo, acompañarlo, imitarlo y aprenderle. Espero escucharlo.
*Todas las obras de esta serie fueron tomadas del libro ROBERTO PARAMO, Pintor de la Sabana, selección y notas de Beatriz González. Carlos Valencia Editores, Bogotá. (1987)
