Aroma del café
El aroma del café en los granos no se percibe cuando están verdes, pero cuando estos se encuentran tostados de forma correcta permite que los compuestos volátiles desaten ese aroma característico y delicioso de cada especie.
El aroma del café se basa en los compuestos químicos presentes en el grano antes del tueste. Algunos de los aromas que se pueden percibir en el café se deben al tipo del tostado, es por esto que al ser un tueste avanzado se caramelizan los azúcares, y esto tiene como resultado la formación de furanos y furanonas que le proporcionan al café notas acarameladas.
Cuando se descomponen los aminoácidos del café se crean compuestos volátiles como el 3-meilbutanal, el cual es el causante de los aromas dulces y afrutados en el café. Por otro lado, están presentes las cetonas, el cual es un compuesto que se forma al haber auto-oxidación en los ácidos grasos, esto le aporta al café un aroma afrutado.
El café molido proporciona un aroma que se conecta directamente con los receptores olfativos, esto ocurre porque las moléculas de este interactúan libremente con el olfato. En cambio, cuando se prepara el café mediante un método de infusión la experiencia sensorial es totalmente distinta.
El café tiene 2 especies muy consumidas a nivel mundial como lo es la especie Arábica y Robusta. Cada una tiene particularidades diferentes en cuanto a la otra, y específicamente el aroma y sabor es una de ellas.
Algunos de los términos para describir el aroma del café son: ácido, amargo, fermentado, sabor a tierra, tostado, cereal, afrutado, caramelo, amargo y goma.
El café Arábica es aromático, bajo en cafeína, pero con notas delicadas y refinadas. Su aroma es dulce, afrutado y ácido, por lo cual es uno de los cafés favoritos a nivel mundial y representa ¾ de la producción mundial.
El café Robusta o Canéfora es una especie resistente a diferencia de la Arábica, tiene un alto contenido en cafeína, su aroma es pleno y con olor a tierra. Su sabor es mucho más intenso y la taza de café es súper aromática.
