Dulces lágrimas veganas “el origen”.
ACTO I: La culpa.
- (Max se sienta acongojado en el sillón y suspira)
-Víctor: ¿Qué te pasa? -(Max lo mira) Me siento mal, culpable, una mala persona.
- ¿Qué te pasó ahora?
- Me doy vergüenza, asco, como si fuera una basura humana.
- Mira Max. No sé que huea te pasó, pero sea lo que sea, no olvides que cuentas conmigo y mi apoyo.
- Ya mira (Max hace un silencio)... Puta es que me da vergüenza, esto va muy en contra de mis principios como ser humano y animalista. -(Víctor lo mira preocupado y le toma fuertemente el hombro) ¿Qué hiciste hueón?
-Estaba muy drogado y después de tanto ver el animal planet pues me dió hambre y… puta bro ¿se entiende el resto no?
-(Víctor se levanta) ¿Qué le hiciste al panqueque hueón? (Se toma la cabeza en señal de desesperación).
-(Max se pone de pié y lo mira con rareza) Nada huéon, a tu perro nada, solo que estaba con mucho bajón, fui al refri y ví tus panqueque con manjar y me comí 8 . Me doy asco y vergüenza (se toma la cabeza y mira al suelo). Me siento horrible como vegano.
-(Víctor lo toma del hombro) Ya mira, sé que esto de ser vegano te ha ayudado mucho en tu vida en muchos ámbitos y que te lo tomas muy en serio y aunque esos panqueques eran para el desayuno de mañana para mi con la Clau, lo dejaré pasar porque espero que esto no se repita ya que tu dieta vegana cons...
-(Max interrumpe) consta de no ingerir nada, absolutamente nada de origen animal. si sé, por eso me siento horrible, porque tu preparas panqueques con huevo y manjar y ambos son de origen animal. ¡Que asco de humano soy aggg! (se va)
. ACTO II: El incidente.
- Max llega al departamento con un par de cebollas y cebollines en las manos, se sienta las mira y grita con rabia. Víctor de asoma desde la cocina y se acerca a su roomate.
-¿Sigues con tu dieta castigo de sólo cebollas?
-Si, pero esta vez también traje cebollines (sonríe). Estoy harto, aunque me quedan 3 semanas nomás (se levanta desanimado). 8 panqueques, 8 semanas de dieta castigo para mi. ¿Estás ocupando la cocina? quiero preparar mi deliciosa cena.
-Sí, pero sólo el horno. Voy a hacer una tarta de frutillas, pero olvidé comprarlas. Voy por ellas ¿podrías apagar el horno en unos 15 minutos? Le puse chia a la masa, para que al menos por esta noche salgas de tu dieta de cebollas y comas algo rico. (se vá).
Max comienza a picar las cebollas y cebollines, prepara el sartén para sofreír su cena y comienza a cocinar. Se encuentra revolviendo y tarareando “natural blues” de “Moby”. Mientras revuelve, Max sin ver toma el azucarero que había dejado su roomate en el mueble y lo vierte en el sartén.
-¡Mierda! (exclama) ¡POR LA CHUCHA! (víctor llega).
-Quien diría que los domingos a media noche no hay nada abierto para comprar por acá cerca. Tendremos que comer masa de tarta nomás (ríe). ¿por qué gritas?
-Hermano la cagué, no me di cuenta que guardaste el salero y sacaste el azúcar y bueno, me cagué la cena. Ahora hay cebollas con azúcar.
-¿La probaste?
-No, no me hace gracia.
-Bueno, tendrás que hacerlo. ¿No que tu dieta castigo consta en solo cebollas?
-Cierto, que miedo (se dirige a la cocina). Con pocas ganas, Max toma un tenedor y prueba un poco de su “incidente”.
-(asombrado) ¡La cagó! está rico hueón (ambos ríen).
-Tengo una idea (agrega Víctor) ¿aún tienes crema vegana para postres? quizá hayamos descubierto algo.
-Sí ¿Qué pretendes? -Con tu cebolla dulce, la crema vegana y la masa para tarta que está en el horno podríamos ver que sale ¿o no?
- (riendo) ¡Yaaaa! Bueno, igual no perderíamos mucho. Max prepara la crema, mezcla todo y al horno.
ACTO III: El descubrimiento.
- Ambos amigos están sentados comiendo su tarta de cebollas dulces.
-(Max, terminando su trozo) Tenías razón, salió algo rico. Ahora tenemos la media receta en nuestro poder (ríe).
-Si, después de todos tus lamentos y llantos por los panqueques que te comiste hace 3 semanas, al fin veo que disfrutas de tu dieta castigo. Y ahora que sé que se puede jugar con los vegetales, podría hasta volverme yo vegano (ríe). Espero no llorar tanto como tu con tus dietas de autocastigo.
-Igual sí creo que exageré con esto de la dieta castigo, pero sin eso no tendríamos esta nueva receta. Sin mis llantos ni lágrimas no hubiésemos llegado a esto. Al final mis lamentos sirvieron para esta dulce receta, ahora mis lágrimas son dulces… (hace una pausa y ambos se miran).
-ambos se miran sonriendo y dicen: unas “DULCES LÁGRIMAS VEGANAS”.
FIN.-