¡STEE!
(Sensación tras elaboración de exámenes)
¿Alguna vez has hecho un examen? Pero por supuesto que has hecho varios exámenes a lo largo de tu vida; en primaria, secundaria, bachillerato, universidad, maestría y por último, ingreso laboral.
Pero ¿alguna vez has experimentado o te acuerdas, de la tan horrible sensación que se experimenta, antes y después de elaborar un examen?
Mucha gente la conoce como STEE, o Sensación Tras Elaboración de Exámenes.
Si de verdad nunca la has sentido, te la describo a fondo con cada una de sus etapas:
Para empezar, en el momento que la maestra entra al salón, para
entregarles el tan elaborando y diseñado para reprobar examen, tus nervios empiezan a contraerse y después de un tiempo se expanden y sientes como literalmente explotan dentro de ti. Sientes como el corazón te late a 400 latidos por minuto, y por supuesto como se te sale del pecho para ir a la salida de emergencia de la escuela, para largarse de tan desesperante situación. Una vez pasado todo eso, ¡un cosquilleo! En partes como la cabeza, hombros y nuca. Pero no te dejes engañar, que ese mismo cosquilleo poco a poco se convierte en un bate con tornillos adherido a el, por lo tanto, este te golpea como si no hubiera mañana, en las partes ya mencionadas.
Cuando la maestra entrega el examen, sientes como tus brazos tiemblan, y como tu cabeza
te da 100 vueltas por segundo. Te paralizas y de pronto sientes una experiencia
cercana a la muerte misma. En el momento en el que la maestra dice:
“Ya pueden empezar” es el momento exacto en el que tu cerebro se paraliza y mueren poco a poco todas tus neuronas responsables del pensamiento, De pronto en un abrir y cerrar de ojos toda la información recabada el día anterior repentinamente se va, haciendo que aquellas 3 horas invertidas el día anterior para estudiar los temas seleccionados quedaran en vano. La peor situación que puede ocurrir durante STEE , sucede casi al finalizar el examen, cuando tú respondiste la mayoría de la preguntas sobre el tema sin razonamiento en absoluto, solo para ahorrarte esos momentos de agonía y desesperación.
Al llegar el momento en el que la maestra dice:
“Un minuto restante” , tu cabeza y tus manos reaccionan y empiezan a escribir palabras más absurdas de las que ya estabas escribiendo.
Finalmente llega el momento en el que le entregas el examen a tu profesora, ahí es cuando tu agonía finaliza temporalmente. Efectivamente; solo es temporal , ya que suele pasar que dentro de una semana, recibas la honorífica y alabada calificación de: ¡5.0! Y desde luego, es en ese instante que te percatas que tu bimestre se ha desmoronado literalmente frente a ti.
