La paciencia

LA PACIENCIA

Galería Taller José Rincón, Madrid

6 de abril/ 8 de mayo 2018

Hay en todos los campos, tanto en las ciencias como en el campo humanista, personas que centran su investigación en lo que se llama el resto, el error, la nube, el ruido, es decir en todos aquellos "datos" que no pudiendo leerse mediante un sistema codificado y comunmente establecido se consideran marginales e insignificantes. Por lo tanto, para poder leerlos, necesitamos reformular un nuevo sistema de lectura capaz de considerarlos y entenderlos.

Todo lo que nos presenta Bernardo Lopesino en esta exposición son cosas: cáscaras, escombros de un obra, una tela arrugada, unas ramas secas; son productos que han perdido su forma de objeto original y reconocible, volviéndose indefinidamente en cosas; empiezan a tener entre ellos un factor común que ciertamente no tenían los objetos de los que provienen. ¡Pero tengan cuidado! Que no caigan en la lectura fácil de un ábaco de los residuos o la estética de la basura, imágenes de la sociedad consumista ya desde demasiado tiempo estereotipado y ya iconos "pop."

Bernardo Lopesino elige detenerse frente a las "cosas" gracias a las cuales construye un sistema implícito y escondido capaz de contar aquellos momentos impalpables y suspendidos que caracterizan algunos instantes de la vida. Es un trabajo sobre el tiempo, un tiempo no lineal, que el artista manipula desensamblando y volviendo a montarlo como en los sujetos representados, que son al mismo tiempo objeto y símbolo, significante y significado.

Al principio, congela el tiempo, gracias a unas instantáneas, de aquellos momentos fugaces de transición; elige representar restos inanimados y muertos, pero fruto de experiencia personal y de encuentros humanos. Luego el tiempo lo dilata, en el lento y paciente acto de producción, que permite trazar un tiempo silente y prolongado. La naturaleza mecánica del gesto repetido tiene el propósito de vaciar el dibujo, para que sea lo más frío y objetivo posible y, a la vez, obtiene para sí mismo una especie de autorretrato desnudo.

Lo que vemos es, por lo tanto, un tiempo físico, pasado en el acto de búsqueda de la "no forma" de una imagen dada. Cada dibujo es al mismo tiempo capaz de vivir una vida autónoma del proceso que la ha engendrado. Esto lo hace mediante la descripción de una geometría espontánea innata en la naturaleza de las cosas y desvelada sólo a través del dibujo. Lo que está representado es, en cambio, el testigo de lo que no vemos: de lo que sucedió un momento antes, de un encuentro, de un compartir humano o de una soledad.

Con esta instalación, Lopesino logra el primer objetivo de cada artista: observar la naturaleza de las cosas que lo rodean y decodificarlo, para que los ojos que no ven, vean.

Antonio Luigi Stella Richter