En las calles hay millones de palabras y miles de ellas, mal escritas.
Así que un día hice stickers con forma de tilde y salí a tildar.
Hasta en el frontis del Ministerio de Educación.
5 días después de tildar el ministerio, salí en el diario.
Y esa misma noche, en las noticias.
Pero lo más importante, es que se empezaron a ver los resultados.
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