En cuanto al embarazo adolescente, me parece importante destacar y algo a trabajar internamente en cómo “tratar” a una paciente que se nos presente en una consulta, guardia o situación cualquiera que nos comprometa como profesionales y como personas. 

Lo considero una tarea interna porque siento que podemos herir emociones, sentimientos, al hacer preguntas que hacemos a diario como rutina y de las cuales necesitamos para así cumplir con nuestras obligaciones, de las cuales muchas veces preguntamos “rápido” cómo siguiendo un guión: ¿con quien vivis? ¿Como es tu relación con tu pareja? ¿queres continuar con este embarazo? . 

Si bien son preguntas que considero necesarias, soy consciente qué hay maneras de preguntarlas y más cuando estamos frente a una adolescente con sentimientos cruzados, ambivalencia, y todo lo que recuerdo que me generó esa étapa, por ejemplo esconder de su familia la situación, no saber si contarlo o no, tener mied, o todo lo contrario, estar feliz por la situación y es aquí en donde tenemos que llegar, por eso me “autocritico” en sentido que necesito entender que no siempre un embarazo de una paciente de 14/15 años puede ser NO deseado. 

Y así, me propongo el desafío diario de entender diferentes situaciones, contextos sociales, ideologías, maternidades deseadas como no. Acompañar en este proceso único en la vida de cada paciente y no criticar ni realizar gestos que pueden ser hirientes y dejar una marca en ella y su familia.