EL ESPEJO DE VENUS
Reflejo del ideal de belleza femenina en la actualidad. ¿Dónde nos miramos?
Dicen que las mujeres venimos de Venus.
Nada más lejos de la realidad, puesto que este mito alimenta la construcción femenina de hoy en día, o al menos la versión que nos han hecho creer. ¿Conoces el símbolo con el que se representa a la mujer? Pues resulta que no es un garabato creado al azar, sino que representa el espejo de mano de la diosa Venus. Ya sabes, la diosa de la belleza, el amor y esas cosas tan “femeninas”. Podría haber sido algo más guay, menos banal, pero fue un espejo. Un espejo para recordarnos que aquello que vemos reflejado es nuestra mayor posesión y obsesión; la belleza.
Como ya habrás advertido, aquí nada es casualidad. A todas nos encantaría amar nuestro físico, pero amiga mía, Eva al morder la manzana prohibida nos condenó al peor de los castigos, avergonzarnos de nuestro cuerpo. Su expulsión del paraíso supuso para la mujer una consciencia del cuerpo y pudor hacia él, mientras que para el hombre fue un despertar de la conciencia moral. Con esta ficción, se legitima que la mujer es valorada por su aspecto sin importar su voz e intelecto, de ahí el significado del espejo como símbolo femenino.
Quizás no entenderás a qué vienen tantos mitos y leyendas sobre mujeres vanidosas, que nada tienen que ver contigo, ni con tu estilo de vida. Entonces mejor te hablo de otro espejo, el que usamos hoy en día para mirarnos, o mejor dicho, para medirnos. Lo creas o no, nos pasamos el día consumiendo imágenes de belleza: Abres una revista de moda, entras en tu cuenta favorita de Instagram, ves la foto de alguna modelo en un escenario tropical o te encuentras anunciado en la red un vestido maravilloso. Y así, día tras día, has ido asimilando pasivamente el ideal de belleza que los medios ofrecen. Sin duda, estos son nuestro espejo social más directo, la proyección de un reflejo de gran alcance y arma de doble filo.
A través de este blog quiero poner en debate el canon de belleza perpetuado por los medios, analizando cuáles son sus características en el marco de la moda y belleza en España. No hay nada más cierto que allí dónde nos miramos, influye en nuestro reflejo. Si queremos ser dueñas de él y liberarnos del peso muerto de la feminidad, lo primero que necesitamos, como dice Naomi Wolf en El mito de la Belleza, es una nueva forma de ver.
Y es que ni Venus, ni Eva, ni tú, ni yo, elegimos ser solo un cuerpo, despojadas de nuestras mentes e imponiéndonos la belleza como fin último. Se ha esperado de nosotras que nos dedicásemos al arte de perseguir un imposible de raíz, siendo castigadas por no conseguirlo. Pero ¿y si te digo que poco a poco podemos abandonar nuestros mitos? Si bien nos dieron un espejo al nacer, elijamos lo que realmente queremos ver en él. Para ello se necesitarán espejos de diferentes clases, formas y tamaños, tantos como bellezas existen.
