LOS REFLEJOS
Luces de Barrio 2019
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Los reflejos es una intervención escénica site specific que ahonda en las diferentes dimensiones temporales históricas del naranjo y su relación con uno de los poetas más importantes de la ciudad: Antonio Machado.
Los espejos, dispersos entre los naranjos, serán puertas temporales que conecten tres patios de naranjos relevantes y tres épocas históricas fundamentales de la ciudad a través de reflejos y poemas: el patio de la Torre de Don Fadrique, el patio de los naranjos de la Catedral y el patio del Palacio de Dueñas, donde se crió el poeta Antonio Machado.
~ los reflejos
Usaremos el reflejo a través de grandes espejos para crear portales temporales o puntos de transición a dos épocas históricas importantes de la ciudad de Sevilla relacionadas con las naranjas.
1 / Por un lado a la época musulmana con la llegada de los naranjos al “patio de los naranjos” de la Catedral. Ese momento en el que los naranjos hacen su transición de patios cotidianos a patios sagrados de la ciudad. Estos espejos, ayudados por la música de Llorenç Barber, la luz de la luna y las velas nos sumergirán en un aura casi espiritual de “patio sagrado” durante toda la noche.
2/ Por otro lado, nos servirán como puerta de transición a la infancia de Antonio Machado, quien se crió y creó poesía entre los naranjos del Palacio de Dueñas.
~ La poesía de Antonio Machado
Una de las mayores inspiraciones de Antonio Machado fueron los naranjos del Palacio de Dueñas donde se crió. De esta forma, algunos fragmentos de poemas de Antonio Machado aparecerán de forma aleatoria en el espacio, reflejados en los espejos. El visitante los puede descubrir a lo largo de su paseo creando su propia narrativa. Serán, junto a los reflejos, otro punto de transición y conexión a esas épocas.
~ La propuesta
La propuesta se desarrolla mediante 4 intervenciones estáticas dispersas en el paisaje acompañadas de poemas que las acompañan y se pueden ir descubriendo.
A/ Los reflejos: los reflejos es una intervención conformada por cuatro espejos separados e integrados entre los naranjos, cuyos reflejos dialogarán formando una pieza conjunta. Cada espejo estará directamente relacionado con un naranjo, sostenido a él a través de una cinta de amarre de color (ref. José Dávila).
Además, los espejos dialogarán con piezas de las ruinas arqueológicas existentes en el patio, contraponiendo su ligereza con la masa pesada de los trozos de columnas y basamentos allí esparcidos.
El espejo reflejará el árbol, sus frutos, sus luces... e irá cambiando conforme esas velas vayan apareciendo o desapareciendo. Los reflejos multiplican la imagen del naranjo, su paisaje y la de la luz de sus naranjas, como si se le diera la posibilidad de mirarse a él mismo y comprobar cuántas épocas vivió y a dónde ha llegado. Esto nos introduce, junto a la música y la luz de la noche, en un ambiente de misterio casi sagrado, con reminiscencias de aquellos sanh (patios sagrados de Al-Andalus).
B/ El camino: por otro lado, cuatro poemas de Antonio Machado, uno por cada reflejo, aparecerán repartidos por todo el espacio, de forma que el público pueda ir encontrándolos. Estos descubrimientos junto a la interacción con las velas harán de la experiencia un continuo descubrimiento a lo largo de la noche.
~ Materiales
espejos, piedras, cintas de amarre de color.
espejos, piedras, cintas de amarre de color.
Fotografía: Juan Duque Oliva
