Con el propósito de “mantener viva su memoria y principios revolucionarios”, Stella Maris Bassi y Cristian Gayo compilaron las historias de más de 400 personas desaparecidas en Mar del Plata y la zona durante la dictadura cívico, militar y eclesiástica.
(Andar Agencia) “Este es un registro en movimiento que busca contar la vida de los compañeros desaparecidos y que no se cierra con este libro”, dice Stella Bassi, militante de derechos humanos y autora junto a Cristian Gayo del libro Presentes: No son solo memoria, son vida abierta, después de su presentación el viernes pasado en la Asociación Judicial Bonaerense de la ciudad de Mar del Plata.
Nueva colección Linea abierta
Al protagonismo popular se lo pretendió erradicar con un genocidio; a mediados de los
setentas las fuerzas armadas con la directiva de la cúpula empresarial asaltaron el estado
para romper el empate hegemónico. El gran capital necesitó del exterminio físico para
reorganizar la sociedad argentina con una correlación de fuerzas favorable a ese sector;
disciplinar a esa masa que siempre disputó desde sus organizaciones, díscolas,
desafiantes, plebeyas, orgullosa de su potencialidad. Quisieron mediante las
desapariciones forzadas, la maquinaria terrorista y la miseria planificada sepultar, anular
las luchas de tantas décadas.
Stella y Cristian nos presentan una obra necesaria en estos tiempos urgentes, desde su
actitud militante nos ilustran sobre los dilemas del presente, con esta escritura sobre
nuestro pasado reciente en este instante de peligro. Ante el actual elenco gubernamental
que es negacionista, relativista, que cuestiona a los organismos de Derechos Humanos al
hablar de curro, cuando la lucha incesante a favor de los juicios de lesa humanidad
había alcanzado la responsabilidad y culpabilidad de los empresarios. El actual gobierno
nacional, provincial y municipal son reacios a estos temas; sus tácticas distractoras, de
trivialización, de banalidad del mal aspiran a que la temática se olvide, se esfume para
consagrar la impunidad, para que no se recuerde como si nunca hubiera ocurrido tamaña
práctica de violencia.
