AL PROFESOR —
Libro Ilustrado
Cuando tomé la decisión de irme de la casa, era la víspera del día del padre y quería despedirme con algo especial, algo que fuera tanto de Momo (Memo, mi papá) como mío y desde que yo tengo memoria, en un cajón de la casa de la que dejaba, habían estado sepultados entre carpetas de seguros y registros médicos, unos poemas que escribío mi padre cuando estaba en el colegio. Transcribí las palabras y decidí hacerle a mi viejo un libro ilustrado.
Se lo entregué el domingo 18 de junio de 2017, día del padre, entre lágrimas de agradecimiento por haber sido mi mejor profesor, el que nunca se rindió, el que lo dio todo por nosotros, el que enseñó con regaños, con tenacidad y sobre todo, con amor. Los dos lloramos como tontos.
Se lo entregué el domingo 18 de junio de 2017, día del padre, entre lágrimas de agradecimiento por haber sido mi mejor profesor, el que nunca se rindió, el que lo dio todo por nosotros, el que enseñó con regaños, con tenacidad y sobre todo, con amor. Los dos lloramos como tontos.