La congregación de nazarenos de Zipaquirá se ha convertido en una tradición familiar que se vive en semana santa desde 1953. Cientos de personas salen de sus casas para realizar procesiones, desfiles, y diferentes ceremonias religiosas vestidos con una túnica de color vino tinto y una capucha que solo deja al descubierto los ojos. Esta tradición es heredada de los españoles, quienes desde hace más de 500 años se congregan para llevar estatuas e imágenes religiosas sobre sus hombros como símbolo de penitencia en la llamada ‘semana mayor’.
