En la puna de atacama, región inhóspita y callada, un lugar idóneo para aprender a oír en el silencio. Frente a estos paisajes naturales y llevando la realidad a lo pictórico, es posible inmortalizar el instante como en una pintura donde el silencio de ambiente te permite oír el latido de tu corazón. Vivir el momento, y justo ahí, frente al silencio donde oímos nuestro propio ser, imaginamos y recordamos.