Este proyecto se denomina “Corazón felino” en referencia a la canción de kraken titulada de la misma  manera, en esta misma note que el autor en un ritual catárquico hace un llamado al espíritu redentor, al que desde su cosmovisión seguramente reconoce como precursor de lucha abnegada y persistente, el que resiste y no se  doblega ante la presión social de imposiciones culturales, de modismos comportamentales, mediáticos; que bajo falsas teorías de –globalización- , destruyen historias, erradican costumbres y amenazan historias forjadas en contextos sociales como la que precede al pueblo Pastuso, mi región; ese es el Corazón felino!!!

Hice alusión entonces a la actitud del pueblo Pastuso, visualice a esos hombres aguerridos, fuertes… que con palos, piedras, picas, palendras, todo lo que encontraban a mano; defendían con ahínco no solo sus ideales, sino una condición de vida –propia- gestada en su historia, la de sus antecesores, sus poetas muertos, que en un camino nada fácil lograron imponer una identidad: la muy noble y leal Ciudad de San Juan de Pasto.

Históricamente Pasto es el resultado de  agresiones, de atropellos, de masacres, de injusticias, de robos, saqueos, tortura… sin embargo a cada una de esas acciones siempre renace, amén de gente pujante, -guapa-  dotada de un espíritu gigante,  tan grande que solo puede provenir de taita Urcunina, el mismo que bajo las creencias de los mayores asentados en un principio en el gran territorio de Jenoy era el dador de vida, el que bajo un soplo que contenía el espíritu, le otorgaba al ser humano, al Pastuso ese Corazón Felino, que se traduce en la actitud que el pueblo Pastuso a tenido que a sumir y cuenta en su historia; escrita con Sangre de héroes anónimos  condicionados a desaparecer por la barbarie, las masacres consecuencia de la irreverencia, que entre otras se debe decir muy bien fundada,  inconformes por la estigmatización que hasta nuestros días nos acompaña, misma que nos margina y excluye de los propósitos de desarrollo integral que profesan los gobiernos de turno; no obstante invocando ese corazón felino, resistimos con tenacidad, resplandece nuestra casta; la que nos identifica como habitantes del valle de atriz para auto reconocernos como una raza guerrera con sangre indomable: Corazón felino… el que habita en la montaña sagrada: Urcunina.

“Somos la sumatoria de aquellas cosas que hicieron con nosotros” J.P. Sartre.

Siguiendo este orden, en virtud de lo que soy y seguiré siendo en este cardiograma llamado VIDA, un Pastuso; les presento mi obra Corazón Felino. Resultado de la ensoñación antes descrita, en la que retome la figura de Hefesto, que según los griegos es el dios del fuego y la forja, un personaje diferente dentro del mundo mitológico…

Hefesto, fue desterrado debido a su aspecto físico, puesto que no respondía al canon de belleza  “establecido” en el Olimpo, no obstante era el más prodigioso de los artesanos, Pandora y diversidad de armas olímpicas son muestra de su capacidad de ingenio y creación.

En la obra quise representar las dos facetas de este personaje, en la parte inferior presento el mundo de Hefesto artesano, que en su cotidianeidad laboral  forja y da sentido a su imaginería, elaborando como antes anote: Armas y algunos elementos de necesidad común para los griegos. En la parte superior represento a Hefesto como guardián del fuego, elabore las dos imágenes haciendo alusión a las características de mi raza, de mis coterráneos los Pastusos, ahora bien; el objetivo de tomar a Hefesto es que analógicamente responde a la montaña de fuego: Urcunina; recreada gráficamente como un ancestro –Figura principal- el protector de la Parcialidad Quillacinga, nótese que surge victorioso con nuestra bandera en la mano (parte superior), de entre el fuego y las cenizas; para humanizarse y hacer presencia en el culto musical que se ofrece en su nombre a la altura de la plaza del carnaval, creando historias nuevas desde las historias creadas.

El loable gesto de Hefesto, manifiesta la valentía y el valor traducidos en la gallardía del Pastuso, de nuestra gente,  sinónimo de rebelión que tubo sentido en los ideales de Agualongo, Capusigra, Tamasagra y Gonzalo Rodríguez entre otros… Nuestros verdaderos héroes, antepasados que le dieron luz al sendero y que lejos de hacer defensa a posiciones políticas de la época, entregaron su  vida, no sin antes hacer la lucha y germinar con austeridad, dando ejemplo de templanza y en defensa de nuestra soberanía.

Por ultimo si el observador se detiene a los costados de mi obra encontrara para su análisis unos parlantes; quise plasmar en ellos y hacer muestra en los mismos de la diversidad musical  propia y ya característica del festival, que se viene desarrollando con éxito en nuestra ciudad y al cual recurro en mi calidad de artista para hacer llamado como ya es común en mis obras al rescate de nuestra historia… esa que tantas veces nos niegan, pero que en definitiva es la que nos ha definido como lo que somos: Pueblo guerrero asentado en el valle de atriz… la muy noble y leal San Juan de Pasto, custodiada por el tatita Urcunina –Galeras- de donde proviene sin lugar a dudas, nuestro CORAZON FELINO.