TRANSEÚNTES ANÓNIMOS

Este proyecto surge de una reflexión sobre el devenir de los animales, que son abandonados, marginados y hasta repudiados, en las calles de las grandes ciudades.

El protagonista es un sujeto nómada y errante que vive en total anonimato en un ambiente oscuro y solitario.

La narrativa se genera a partir del diálogo entre varias imágenes cuya composición se basa en la geometría de las señales de tránsito, configuraciones que trazan recorridos azarosos, que conducen a todas partes y a ninguna a la vez. Signos que se pueden interpretar como una metáfora del estar perdido, del deambular. Además dichos elementos visuales, pueden representar sensaciones desconcertantes que experimenta nuestro protagonista, como la molestia por los ruidos de los autos y las luces artificiales enceguecedoras reflejadas en pisos lluviosos.

Las fotografías buscan crear un espacio para la reflexión e introspección, mediante lo evocador que puede ser la imagen de un perro fantasmagórico, que está desapareciendo, que es efímero y se funde con el entorno, perdiéndose en su transitar por calles desconocidas.

El proyecto está compuesto por trípticos que sugieren movimiento, debido a la proyección de diagonales que son una analogía del deambular, del recorrido y del desaparecer sin impacto alguno. La soledad y el abandono de estos animales vagabundos, son consecuencia de la apatía de las personas, producto de las dinámicas de la ciudad, que promueven la indiferencia hacia los transeúntes de dos y cuatro patas.