Para este proyecto diseñamos un sistema de identidad visual para un vivero en el poblado de Autlán, al sur de Jalisco, dicho vivero se mantiene en armonía con su entorno siendo autosustentable, por lo tanto una de las premisas a comunicar fue la unión al ecosistema en el que se encuentra, así el proceso creativo lo dirigimos al arduo relevamiento visual de la flora, fauna, relieve y clima de la región con la ayuda de expertos locales. Dicha metodología nos lleva a una síntesis gráfica interesante de donde partimos la narrativa visual de la marca: «El entorno como propuesta de valor para generar productos naturales con procesos de menor impacto ambiental» El medio se vuelve factor creativo para describir el proceso de la vida dentro del signo identificador, el envolvente es referente a la semilla de parota (Enterolobium cyclocarpum) un árbol local que enmarca el sol, el agua, la tierra y el aire (espacio negativo) que dan resultado a todos los elementos clave para producir plantas y describen a la perfección la filosofía del vivero.
