Autorretrato de lejanía.
2016
*Muchas veces comprimimos en la mente la sensación de ir flotando, viéndonos en ese otro espacio. Nos asomamos, dividimos el asombro para mantener la cordura, los pies se elevan llevándonos a ese querido sitio que debemos llamar “casa” (-querida, la casa está dentro-).
Intocable, vulnerable a cualquier cambio, sin puerta en “casa”, sin patio en “casa”, mi “casa” vacía pues floto y debo buscar el alimento. Allí se acabó todo y empezó todo, en “casa”. Construí, derrumbé, llamé a todas las unidades (-querida, la unidad está dentro-); creí que había perdido la “casa”, creerlo es un fraude.
Ca. Larrovere, 2019.