Como primer paso en el rediseño del sitio web, se trazó una directiva general: el sitio debe estar centrado en los clientes. Luego de un extenso benchmarking y recopilación de referencias curadas, se consensuó una estructura que respondería a dicha directiva: Sacar de la web el foco en la agencia para ponerlo en los trabajos, desarrollando cada uno como casos de estudio, de manera que los visitantes puedan ver no sólo imágenes sino procesos íntegros de trabajo que van desde el brief hasta la pieza final y su impacto. La etapa de diseño contempló tres capas: la interfaz de usuario, con una navegación fluida y descontracturada; La capa visual, que le da a cada caso su propia identidad dentro de una estructura común; Y la capa de animación, pensada para reforzar la comprensión de la navegación y dar la pizca de deleite que da cierre a la experiencia del nuevo sitio.

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