Chefchaouen, Marruecos, un pueblo que atrapa a los turistas en su casco antiguo con pequeñas calles de laberintos. El creciente turismo modifica la estructura social que trata de llevar su vida normal en comunión con miles de personas que ven pasar, que consumen sus productos, que hacen lo que sea por una selfie frente a sus hermosas casas celestes y blancas.
Este proyeco busca retratar al pueblo y sus habitantes, la cotideanidad y la vida tranquila, sabiendo que mi cámara no es más que otro visitante que sólo vieron pasar.