El concepto que nos entregó el equipo de planning fue el de Ñuble Inspira. “A través de los años, Ñuble ha sido una región inspiradora. Grandes próceres y genios culturales vienen de esta zona del país, sus paisajes, desde la nevada cordillera a la indomable costa son fuente infinita de inspiración”.

La inspiración para el logotipo fue la catedral de Chillán, podía conectar la Ñ como un elemento diferenciador, ya que ninguna otra región empieza o tiene la letra Ñ. Así nace el isotipo, el cual es un elemento gráfico que nos permite crear una identidad con personalidad, cercana, alegre y optimista. La bajada conceptual de la identidad es desarrrollada por Fernanda Palazuelos, compañera del equipo de diseño. La animación del video para la presentación de la marca, fue realizada por Kevin Vilches.