NAMING, 
CREACIÓN DE NOMBRE PARA DESPACHO DE ABOGADOS 

El objetivo del proyecto de branding que teníamos que desarrollar para un despacho de abogados, era desmarcarnos de las habituales imágenes representativas de empresas del sector, así como de aquellos símbolos y referentes recurrentes en el abanico iconográfico del sector. Debíamos procurar reflejar modernidad, novedad y frescura pero desde la solidez, construyendo así una marca elegante y digna de confianza para los clientes.

De esta manera iniciamos la primera parte del proyecto consistente en la búsqueda de la identidad verbal (naming).

El nombre finalmente escogido bebe en gran medida de la influencia de la cultura clásica. El derecho como norma de conducta coactiva surge desde las primeras civilizaciones con una organización política, como las ubicadas en Mesopotamia, Fenicia, Palestina, Egipto y Grecia, fundamentalmente como un derecho consuetudinario, basado en la costumbre. Pero fueron los romanos la primera y mayor civilización en dedicar sus mayores esfuerzos a condicionar la generalidad de sus conductas al imperio del derecho. Así pues el nombre “Mérita” nos remite por un lado a la ciudad de Mérida, ciudad fundada como colonia romana en el año 25 a.C por orden del emperador Octavio Augusto para servir de retiro a los soldados veteranos (eméritos). La ciudad, una de las más importantes de toda Hispania, ejerció de capital de la provincia romana de Lusitania.

Por otro lado, “Mérita” recuerda a “mérito”, lo cual le otorga al nombre solera, grandeza, y nos hace pensar en esfuerzo, en trabajo constante y firme que aporta distinción y que al final se traduce en recogida de frutos y reconocimiento. Para el desarrollo del logotipo de la marca, partimos de la inicial del nombre, la letra eme, creando un símbolo o icono que es el distintivo. En este se ha trasladado toda la carga de información que hemos comentado, ese bagaje histórico y solemne del que hablamos, desde la conceptualidad y la elegancia, procurando decir todo con la más mínima expresión.

Respecto a la paleta cromática escogida en el diseño del logotipo, esta tiene como color base un color púrpura que aporta corporativismo al conjunto con tonos que derivan del mismo. Teniendo en cuenta que cada color tiene una implicación diferente y puede aportar matices al mensaje que se quiere reflejar, hemos escogido el color púrpura/morado también por ser un color transmisor de espiritualidad, sabiduría y evocación.

El juego tonal que parte de nuestro púrpura base se aprecia solamente en el símbolo del logotipo, mientras que en el resto, lo que atañe únicamente a la tipografía, el cromatismo se mantiene plano.