Mi cabeza necesita frenos,
Parece el set para una novela gráfica con muchas viñetas llenas de sentimientos y palabras contenidas, disfrazadas de silencios diplomáticos. Personajes adorables y excéntricos, momentos desconcertantes y un borrador gigante que nunca funciona, siempre dirigida por la contemplación de la existencia, vivir entre intensidades, frenesí, explorarse entre secretos, sentir nuevos dolores y placeres, morir y crecer cada vez un poco por dentro.
Alcanzar la eternidad viviendo como recuerdo en algún nuevo corazón y viceversa.
Finalmente, tiene su mórbida belleza y utilidad.
Alcanzar la eternidad viviendo como recuerdo en algún nuevo corazón y viceversa.
Finalmente, tiene su mórbida belleza y utilidad.