Prisionera del invierno tras desobedecer al mismo Odín, yace exhausta Brunilda, la valquiria. Sin embargo, su espíritu bravío, seductor e indomable como el fuego, alimentan y carburan sus sueños de libertad y revancha.
Así pues, Brunilda, la valquiria, es fuego que lucha por no desfallecer en un invierno hostil y mortífero donde todo parece detenerse, extinguirse y que desafía su fortaleza y coraje buscando domarla y sofocarla.