La editorial se constituye de un equipo de estudiantes que inician una idea que desea nacer de los mismos estudiantes, considerando la profesión y la alta calidad como factores de importancia en el mundo contemporáneo. Al momento de desarollar un trabajo de grado, se tiene como propósito el no tan sólo tener un requerimiento universitario, sino también un documento con fines allegados a una publicación en un entorno comercial, basándose así en parámetros estéticos que permiten categorizar la publicación como un proyecto editorial. 
Nace de un proyecto escolar, fijando en su momento el nombre Editorial Papiro, basándose en el medioevo y en los libros iluminados de esta misma época. Pasados los años, la experiencia universitaria empezó a madurar la concepción del proyecto, dando así un objetivo más claro y una proyección específica, concluyendo así el nombre y la imagen de la empresa actual.