La propuesta para las nuevas instalaciones de investigación y laboratorio de márketing de Persán busca conquistar y humanizar un entorno inhóspito como es el polígono industrial anexo a la fábrica. Dado que el espacio se usará como centro de pruebas de lavado, perfumoteca y laboratorio sociológico, es necesario convertir la nave en un lugar donde el usuario se sienta como en casa. Para ello, se emplean materiales cálidos como la madera y tonos neutros, en los que se incluyen pinceladas de los colores corporativos de la marca.

En la fachada, se recurre a la ocultación de la nave con un material opaco y que contrasta con el entorno como son los tablones de madera. Estos elementos, dispuestos de forma horizontal, son interrumpidos por franjas horizontales de chapa metálica microperforada ondulada que introducen ritmo en la fachada, contrastando con la homogeneidad de la madera. Las medianeras con las naves colindantes se tratan con elementos vegetales que ayuden a hacer un entorno más amable y humano.