Cuando uno “no tiene llenadera” todo está a punto de suceder. Ese pequeño o gran espacio que se mantiene latente siempre en diferentes partes de nosotros, nos harán llegar a espacios, momentos, ideas, acciones impensables. Es característico ver que aquellos a los que nada les basta parezcan incómodos con la vida; es claro que las cosas no los terminan por saciar. No es fácil vivir así, ni el paisaje más artístico y grandioso te es suficiente, la comodidad es absurda y aburrida, la grandeza pareciera estar en todo y en nada, a lo que muchos llaman pasión y que normalmente es un “algo”, para el insaciable es efímero, pues cada viaje (viaje, llaman viaje a cualquier aventura y aventura a cualquier cambio) trae consigo una nueva inspiración, algo nuevo en qué pensar y conocer, algo nuevo que transformar.  Pero tampoco los confundas con aquellos que recalan en cualquier cambio, que sufren ante la exigencia de transformar, porque ellos también se mantienen en la incomodidad, para ellos tampoco les es suficiente lo que tienen enfrente, pero sus realidades son totalmente distintas, el insaciable lleva la locura por dentro y disfruta aquel estado de no bastarle nada, sabe perfectamente que si “ nada le llena” todo está a punto de suceder. Imagina reunir a un montón de ellos, de gente que está incómoda todo el tiempo y con ganas de que todo suceda, de romper todo y volver a comenzar, de gastar cada gramo de energía y transformar todo lo que esté a su paso. Imagínalos sentados, como en conspiración caminando por toda la sala y conectando talentos unos con otros. El resultado no lo podemos ni predecir, pero es claro que será grandioso, es claro porque estás hablando de talento insaciable.

Los alquimistas somos el corazón de Alquimia, talento con una fuerza interna que nos motiva a no conformarnos, a romper el status quo, a retar a la lógica, no sólo a ver las cosas diferente, sino a hacer las cosas diferentes. Ese impulso nos hace insaciables. Somos insaciables, porque queremos ir más allá, porque existe una fuerza interna que no se calla, que no se detiene, que nos lleva a crear, que nos hace transformar. Ser insaciable viene de cada vivencia, de nuestro contexto, de nuestra experiencia, de cada conocimiento, viene de adentro de nosotros. Somos insaciables  porque no nos conformamos, porque sabemos que todo puede hacerse mejor. Insaciables de Transformar.
FUERZA INTERNA = PASIÓN = FUEGO = DRAGÓN
El fuego es insaciable. El fuego es incansable. El fuego consume. El fuego conecta. El fuego conspira... El fuego TRANSFORMA.
Los alquimistas tenemos esa pasión que se necesita para crear. Tenemos la energía, tenemos idea... y solo necesitamos de una pequeña chispa (ya sea de alegría, de inspiración, de confianza...) para poder encender el corazón. Si un alquimista se siente con suerte, se siente motivado, en automático los demás nos contagiamos de esa buena actitud, de ese impulso por hacer mejor las cosas... de ese impulso por Transformar. Nos conectamos entre nosotros, conspiramos entre nosotros; el talento es innegociable. Aquí es donde todo sucede. Aquí, nuestro fuego es incansable. Aquí, nuestro fuego, es insaciable.
Alquimia cumple 20 años. Recién nombrada la Mejor Agencia Independiente de México en 2017... aprovechamos para ser insaciables.
Dirección Creativa y equipo Creativo: Luis Miguel Covarrubias / Bren de León / Jonathan Sierra / Daniel Dávalos
Lettering: Estef Rodríguez
Dirección de Arte / Diseño / Retoque fotográfico: Rodolfo LViaquez
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Insaciables.
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Insaciables.

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